El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) reclamó hoy al Gobierno de Australia terminar con la detención de refugiados e inmigrantes ilegales y el cierre de los centros que mantiene en Papúa Nueva Guinea y Nauru.
En un comunicado el representante de Acnur, Filippo Grandi indicó que "desde hace cuatro años, más de 2.000 personas languidecen en circunstancias inaceptables. Familias han sido separadas y muchos han sufrido daños físicos y psicológicos".
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Grandi señaló que la política australiana hacia los refugiados "ha causado daños extensos y evitables durante mucho tiempo".
De acuerdo al comunicado, el Gobierno de Australia informó a ACNUR de que no aceptará a los refugiados en su territorio y ofreció las opciones de mantenerlos en los países donde se encuentran internos o transferirlos a Camboya, país con el que firmó un acuerdo en 2014, o Estados Unidos.
Australia reactivó en 2012 su política para la tramitación en terceros países de las solicitudes de inmigrantes o solicitantes de asilo y acordó la apertura de centros de detención en la isla de Manus, en el norte de Papúa Nueva Guinea, y la vecina Nauru.
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Filippo Grandi instó al Gobierno australiano a cesar “la práctica nociva de procesamiento en países tercero, ofrecer soluciones a las víctimas, de quienes (Australia) mantiene plena responsabilidad, y trabajar en alternativas futuras para salvar vidas y brindar protección a las personas necesitadas".