La Cámara Baja alemana abrió este jueves el debate sobre la eutanasia con el objetivo de aprobar en 2015 una norma que fije los límites del suicidio asistido, ante el vacío legal que permite actuar en este país a diversas organizaciones.
Por encima de siglas y partidos, la mayoría de los parlamentarios que tomaron la palabra abogaron por mejorar y extender los cuidados paliativos y se mostraron en contra de las asociaciones que facilitan ahora en este país a los enfermos terminales los medicamentos necesarios para morir.
En el debate se presentaron cinco documentos suscritos por parlamentarios de distintos grupos.
Sólo una de las propuestas se opone a la ilegalización de las asociaciones que facilitan los suicidios y está liderada por la diputada de los Verdes Renate Künast, quien instó a sus compañeros a no dejar que principios religiosos determinen el rumbo de las futuras normas.
En estos momentos el suicidio asistido no está penalizado en este país y ello facilita el trabajo de asociaciones como Ayuda a Morir Alemania o la sección alemana de la suiza Dignitas.
Ambas asisten en la muerte a personas con enfermedades terminales o graves padecimientos al facilitarles los medicamentos necesarios, aunque son los propios afectados quienes deben tomarlos en última instancia.
Según explica la organización Ayuda a Morir Alemania en su página web, sólo colaboran en un suicidio asistido cuando el estado terminal del paciente está avalado por un informe médico sobre la situación tanto física como psíquica del enfermo.