Dos hombres armados con cuchillos fueron abatidos por la Policía tras tomar varios rehenes en una iglesia de la localidad francesa de Saint-Etienne-du-Rouvray, en la región de la Alta Normandía, cerca de Rouen.
Los asaltantes retuvieron a cinco personas: un sacerdote, dos monjas y dos fieles. Una religiosa, que huyó, fue quien dio la voz de alarma, según refirió un testigo a la publicación Le Figaro.
En el suceso, que comenzó sobre las 09H30 hora local, intervinieron agentes del cuerpo de élite de la Brigada de Investigación e Intervención (BRI) y militares.
El portavoz del Ministerio del Interior de Francia, Pierre-Henri Brande, declaró que el acto de la toma de rehenes estaba planificado. "Es demasiado pronto para hablar sobre el motivo. Pero puedo decir que, evidentemente, han sido acciones agresivas y deliberadas que, sin lugar a dudas, han sido preparadas de antemano", aseveró.
Las fuerzas de seguridad pidieron que no subir ni fotos ni vídeos del suceso a las redes sociales, como ya habían solicitado en otros atentados como el ocurrido en Niza el pasado 14 de julio.
El presidente francés, François Hollande, y el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, se dirigen a la localidad, según anunció la cadena de noticias de información continua francesa BFM.
Este ataque ocurre en un mes donde han sucedido varios hechos que han conmocionado a Europa. El pasado 14 de julio, Niza sufrió un atentado que causó la muerte de 84 personas durante las celebraciones de la Fiesta Nacional de Francia, agresión reivindicada por el grupo terrorista Daesh. En respuesta al ataque, el Gobierno galo prolongó el estado de emergencia por seis meses.
El lunes 18 de julio, un joven refugiado afgano, armado con un hacha y con un cuchillo de cocina, dejó tres heridos en un tren que circulaba en la región meridional de Baviera, en Alemania. La organización yihadista también reclamó la autoría de ese ataque.