Boletines
Opacidad
Opacidad
Señal en Vivo
Solo Audio
Hace siete años fallecía Néstor Kirchner, un hombre que impulsó el crecimiento económico de Argentina tras años de gobiernos neoliberales. Miles aún se despiden de quien devolvió al pueblo la dignidad y el autoestima.
Un miércoles 27 de octubre de 2010 falleció Néstor Kirchner por una afección cardiovascular, en Calafate, "su lugar en el mundo", una ciudad en el sur de Argentina.
Aquél miércoles se realizaba en el país el Censo Nacional de Población y Hogares, convocado por el entonces gobierno de su compañera de vida, Cristina Fernández. Ese día se recomendó a todos los ciudadanos a permanecer en sus casas durante la jornada.
La triste noticia llegó al mes de que el líder oriundo de la provincia sureña de Santa Cruz se sometiese a una operación de corazón. Su médico informó que se trató de una "muerte súbita".
Durante cuatro días el país argentino se mantuvo en duelo nacional. Decenas de miles de personas, dirigentes y mandatarios de todo el mundo acudieron a despedir a quien durante cuatros años de presidencia (2003-2007), tres períodos de gobierno de la provincia de Santa Cruz (1991-1995; 1995- 1999; 1999- 2003) y la intendencia de su ciudad natal (1987-1991) no solo revertió las cifras de pobreza, deuda externa y desocupación, sino que le devolvió la esperanza y sueños a millones de argentinos.
Hugo Chávez de Venezuela, José "Pepe" Mujica de Uruguay, Evo Morales de Bolivia, Rafael Correa de Ecuador, Lula da Silva de Brasil y Fernando Lugo de Paraguay, asistieron personalmente a decir su último adiós.
Kirchner fue el presidente que logró construir en Argentina un nuevo proyecto de país después del paso de desastrosos gobiernos de derecha, los que implementaron un listín de recetas neoliberales durante toda una década.
Contexto del kirchnerismo
Néstor nació un 25 de febrero de 1950 y se destacó por su carrera política y de abogacía. En el trayecto de su formación conoció a una joven estudiante de derecho, Cristina Fernández. En 1975 contrajeron matrimonio y nunca más se separaron. Eran "una sola persona", en palabras de Fernández.
Previo a su toma de posesión, Argentina había atravesado la peor crisis de su historia en diciembre de 2001. Bajo el gobierno de Fernando de la Rúa estalló una hecatombe política, económica y financiera que produjo cerca de 20 millones de pobres, unos niveles altísimos de desocupación, el bloqueo de los ahorros económicos de las familias del país y la muerte de decenas de personas producto de la represión policial.
En la contienda electoral de 2003, en la que el dirigente tenía una aprobación del 70 por ciento de apoyo popular, según sondeos de la época, y en la que se enfrentaba con el expresidente Carlos Menen, quien renunció a someterse a una segunda vuelta electoral, el líder del kirchnerismo logró obtener el triunfo de la presidencia del país.
En ese contexto Kirchner asumía la jefatura del Estado. Sus logros resaltaron por la reducción de la tasa de desempleo de 17,3 a 7,9; por la reducción de la tasa de pobreza de un 54 por ciento a un 40, 28 por ciento; por la disminución de la inflación de 13,4 a 6,1 y por impulsar el crecimiento económico durante su gestión. Según datos del Banco Mundial (BM), entre 2003 y 2009, el 45 por ciento de la población alcanzó la clase media, pasando de 9,3 millones a los 18,6 millones.
Refundación de la política
Más allá de las valoraciones que pudiesen hacerse sobre la gestión de Néstor Kirchner, si existe un consenso colectivo, es que fue el hombre que hizo de la política un instrumento viable para la recuperación de las condiciones materiales y espirituales del pueblo argentino.
Desde 2003 los jóvenes universitarios, organizaciones sociales, movimientos rurales, partidos políticos y diversos sectores que habían sufrido de primera mano las consecuencias de la dictadura militar, pudieron incorporarse desde la pluralidad del pensamiento a una vida política nacional democrática y constitucional.
>> CFK acusa a Macri de usar la Justicia para perseguir oposición
Néstor fue, según un testimonio de Horacio González (Página 12) un "dirigente peronista convertido en estadista, preocupado y ocupado del crecimiento de la Argentina en la que dejó su imborrable huella de jefe político".
