Las inundaciones causadas por las lluvias torrenciales en Marruecos ocasionaron unos 14 muertos durante el pasado fin de semana, según informaciones de la prensa local.
Las lluvias, que han sido las más intensas en las últimas décadas, afectaron a todo el país, en especial a la mitad sur, por debajo del Gran Atlas, una zona casi desértica y que está acostumbrada a recibir lluvias torrenciales, por lo que los "ueds" (ríos normalmente secos) se desbordaron con gran facilidad.
Además de las víctimas, unos 250 poblados quedaron incomunicados por la lluvia o la nieve, lo que ocasionó la ruptura de 90 carreteras y dejó a sus habitantes con la necesidad de provisiones.