Al menos 108 millones de personas padecieron grave inseguridad alimentaria a escala mundial en 2016, reveló el nuevo informe sobre crisis alimentarias publicado este viernes por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Este incremento muestra los problemas que sufre la población para producir y acceder a los alimentos por causa de los conflictos, los precios en los mercados locales de los países afectados y a condiciones meteorológicas extremas como la sequía y las lluvias provocadas por el fenómeno de El Niño.
Las peores diez crisis humanitarias tienen su germen en los conflictos civiles. Esto demuestra el estrecho vínculo entre la paz y la seguridad alimentaria, destaca el informe.
Sudán del Sur, Somalia, Yemen y el noreste de Nigeria corren el riesgo de sufrir hambrunas. Mientras que Iraq, Siria y sus refugiados en países vecinos, así como Malawi y Zimbabue requieren mayores niveles de asistencia.
La FAO asegura que sin una acción firme y sostenida, las personas que se enfrentan a la inseguridad alimentaria severa corren el riesgo de padecer una situación aún peor y de experimentar una extrema debilidad física provocada por la falta de alimento.