El incendio en la ciudad siberiana de Kémerovo dejó 64 víctimas fatales, de las cuales 41 son niños, dijo una fuente de los servicios de emergencias locales.
Por su parte, familiares y testigos del desastre confirmaron la muerte de los 41 niños y un grupo de activistas declaró que visitó la morgue y observó que "hay unos 20 adultos y el resto son niños".
Más temprano se informó que 13 menores fueron identificados.
La alarma antiincendios llevaba sin funcionar desde el 19 de marzo cuando un guardia la desconectó y el asunto no volvió a tocarse.
La última inspección en el edificio, una antigua planta de confitería reconvertida en centro comercial, se llevó a cabo en el año 2016.
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El centro comercial también incluía un zoológico, un centro de juegos para niños y un boliche. Al ser una fábrica de pasteles, tenía pocas ventanas y puertas.
La comisionada de los derechos de los niños en Rusia, Anna Kuznetsova, dijo que el incendio fue causado por la incompetencia y advirtió que había muchos centros comerciales similares.
Las autoridades de Kémerovo detuvieron a cinco personas en el marco de la investigación, incluida la propietaria del centro y el director responsable de la seguridad antiincendios. A su vez, declararon tres días de luto por las víctimas a partir de este martes.