La congestión y los malos olores de las aguas estancadas en los canales de Venecia, Italia, provocó que uno de los lugares turísticos más relevantes del mundo registrara cada día más contaminación ambiental. Sin em1bargo, tras la cuarentena decretada y las fronteras cerradas por el coronavirus, los canales muestra un agua cristalina donde, por primera vez en décadas, se pueden ver las algas marinas y peces.
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