Las protestas iniciaron en rechazo a un decreto ley que despenalizaba algunos delitos por corrupción. Este fue revocado, pero ahora los rumanos exigen la renuncia del Gobierno.
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Los rumanos llevan siete días protestando por un decreto impulsado por el Gobierno de Rumanía cuyo fin era despenalizar algunos delitos por corrupción.
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Los manifestantes exigen la renuncia del Gobierno socialdemócrata del primer ministro Sorin Grindeanu, que optó por ofrecer castigos menos fuertes para los acusados o ya condenados por corrupción.
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El decreto aprobado por ley y retirado este lunes, despenalizaba la corrupción si los daños para el Estado eran menores de 44 mil euros (más de 47 mil dólares).
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"Toda la clase política debe entender que en el Parlamento de Rumanía no debe existir ninguna sospecha de corrupción", expresó un manifestante del medio millón de rumanos que protestaban contra el decreto y ahora piden la renuncia del primer ministro.
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En los carteles que alzaban los manifestantes podía leerse la frase "Respétame" durante la protesta en frente de la casa del Gobierno de Rumanía.
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"Las manifestaciones están justificadas porque el actual primer ministro de Rumanía llegó al cargo a través de promesas sobre programas de lucha contra corrupción", dijo el analista internacional, Carlos Martínez.
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Sin embargo, a solo un mes de su elección el funcionario rumano buscaba establecer una ley que disminuiría las penas por delitos de corrupción.
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