La policía húngara atacó este miércoles con gas pimienta y un cañón de agua a los refugiados que intentan cruzar la frontera desde Serbia para seguir su camino hacia Alemania.
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Los refugiados rompieron una parte de la valla colocada en la frontera y esta fue la respuesta de los funcionarios.
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Los refugiados son devueltos por la policía antidisturbios húngara en el cruce fronterizo con Serbia, en Röszke.
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Tras los ataques de la policía, los refugiados respondieron con botellas y piedras al ataque de los agentes.
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Varios refugiados salieron heridos en el enfrentamiento, al igual que funcionarios, quienes sufrieron algunas lesiones.
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Al menos 200 mil personas que huyen de conflictos o las crisis humanitarias de Oriente Medio y Asia han pasado por Hungría en lo que va de año.
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La agresión contra los refugiados no distingue entre niños y mujeres.
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Esta vista panorámica muestra el drama que viven los refugiados en la frontera Serbia-Hungría.
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