Las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) contra Damasco afectan principalmente a la población civil, manifestó el presidente de la Comisión de Investigación de la ONU sobre Siria, Paulo Pinheiro.
"Los desplazados internos se enfrentan a problemas por todo el territorio del país, en varias zonas, la influencia de las sanciones ilegales unilaterales llevó a un alza de los precios y a una reducción de la cantidad de los alimentos en los mercados locales", agregó.
En mayo de 2017, el Gobierno de EE.UU. extendió por un año más las sanciones en contra del Gobierno de Damasco, y a finales del mismo mes la Unión Europea hizo lo propio hasta el 1° de junio de 2018.
Las medidas incluyen la prohibición de viajes a la UE y la congelación de activos europeos de los funcionarios sirios, además de la imposición de un bloqueo petrolero y restricción de las inversiones en el país.