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Soy Reportero
  • SE REPITE LA HISTORIA “DEL IMPOSIBLE DE CREAR LA PATRIA GRANDE LATINOAMERICA O DE COMO SUPERAR LOS OBSTÁCULOS QUE DÍA A DÍA PRETENDEN SEPARARNOS”
Fecha de publicación 15 diciembre 2015 - 01:46 PM

Erase una vez Bolívar, refiero de aquel hombre menudo pero con una estatura colosal ante las adversidades y su entrega tras los ideales de una patria grande latinoamericana, poderosa, rica en recursos y en gentes, vista como potencia para enfrentar la dominación imperial; Bolivar el líder que supo conjugar el clamor de los pueblos, esos que hoy son llamados Bolivarianos: Venezuela, Colombia, Ecuador, Peru y Bolivia, pueblos donde se dio una profunda entrega y los traidores en contubernio con las clases locales dominantes se dieron a la tarea de desmontar ese hermoso proyecto de integración. Es de reconocer que la historia tras la llegada de la revolución Bolivariana en Venezuela de la mano de nuestro comandante supremo Hugo R Chavez vio resurgir el ideario de Bolivar, Marti, Ohiggins y traspaso las fronteras de Venezuela hacia la construcción de esa patria integrada donde se sumaron los países del caribe, Brasil y Argentina, pueblos donde las grandes mayorías demostraron la necesidad histórica de un cambio radical del modelo capitalista hacia la construcción de un modelo de socialismo latinoamericano permeado por nuestra idiosincrasia, nació un nuevo modelo, lo elegimos y lo montamos en el poder, sin embargo nunca velamos por la muerte del viejo sistema, ni siquiera desmontamos la estructura burguesa de todo el aparato del estado burgués, es decir continuamos durmiendo con el enemigo, aquel enemigo que como cadáver insepulto hizo lo que bien supo y aun sabe hacer, crear y mantener grupos de poder, instaurar corruptelas, ampliar la burocracia, silenciar los controles y dar la espalda acallando la voz de los pueblos, colocando a los políticos en funciones de poder en burbujas asepticas de pueblo; era evidente y podria estar de mas una mirada del contexto latinoamericano para ver como esos distanciamientos y la ausencia de la coherencia entre el discurso y la praxis son algunos de los elementos que han devuelto una sonrisa macabra a quienes hoy de un modo u otro vuelven a ocupar espacios de poder que el mismo pueblo les había arrebatado, que gran contradicción que nosotros mismos seamos los verdugos de nuestra propia creación por no realizar las tareas y otras veces en una presunta inocencia; hoy vemos como la Presidenta Cristina Fernández en Argentina perdió sus elecciones, como se ataca a la Presidenta Dilma Roussef en Brasil, como se perdió la Asamblea nacional en Venezuela, como se ataca al presidente Rafael Correa sobre la base de presunta inconstitucionalidad de unas reformas y por la reelección indefinida; hechos que no son casuales, que responden a una agenda política de concertada en predios internacionales con los poderes regionales para retomar lo que el poder imperial perdió en América Latina

Una tarea impostergable de todo revolucionario y mucho mas en la coyuntura que se nos avecina en cualquier país progresista debe estar orientada a responder el cúmulo de situaciones que el pueblo plantea y que por lo general quedan en un limbo socio político que al final coadyuva a los caldos de cultivos de las acciones de la derecha por retornar al ansiado poder; sorprendidos, no debería verse así, nos convertimos en nuestros propios enemigos, en el lastre de la revolución al no entender que el silencio ante la pregunta directa de nuestro pueblo abre el paso a la mentira del 4to poder, ese que mediatiza nuestro silencio y coloca las presunciones de nuestras evasiones y muchas veces de nuestras torpezas, otras las acciones que aun conscientes de que son contrarias las asumimos por no entender que los pueblos son sabios, el no entender que desde el presidente hasta el trabajador de nuevo ingreso en la estructura del estado deben demolerlo para resurgir en un nuevo estado socialista, debemos poner todos y cada uno nuestros esfuerzos al servicio del pueblo, esa pudo ser la visión de nuestro Comandante supremo Hugo Chavez al exigir, pedir y suplicar, suplicar, repito que en nombre de la revolución se actuase en las instancias publicas como verdaderos servidores públicos, que la transparencia, la eficiencia y eficacia se diesen la mano en pro de los excluidos e invisibilizados de siempre; para acometer esa tarea insoslayable debemos entender si somos reformistas o revolucionarios.

Entender La Reforma como la continuidad del modelo político de la democracia representativa, es mantener vivo el espíritu pragmático y clientelar del usufructo del poder. Es proseguir el ejercicio del mando sustentado en la fascinación del poder. Es ser tolerantes con los adversarios que siguen dentro del mando de gestión gubernamental y mantener relegados, fuera de todo tipo de influencia política, a quienes mantienen sus convicciones revolucionarias. Es mandar de espaldas al pueblo, es no escuchar la voz del pueblo, es no observar los clamores de quienes confiaron en nuestras capacidades y voluntades clasistas, es no ser critico y autocritico, es traición al pensamiento progresista

Entender La Revolución es transformar el poder en instrumento del pueblo, transferir la toma de decisiones a las comunidades organizadas, gobernar con base en los derechos de la participación del pueblo. Es darle consistencia constitucional a los actos soberanos del colectivo nacional.

Es también aceptar las decisiones de la base, en todo lo concerniente al ámbito de su competencia. Es, de manera concluyente, darle todo el poder al pueblo. Esto es revolución. Cualquier conducta o decisión que se adopte fuera de este marco conceptual no es revolución, es reforma. La diferencia radica en que la reforma son cambios en los que muchas veces se ignora lo que el pueblo dice y la revolución es pasar el poder a manos del pueblo.

Somos en realidad reformistas o revolucionarios, recordando que una revolución que se detiene, se hace estática involuciona al reformismo.

En Venezuela decimos presente, ratificando la visión socialista, esa que da los espacios para hacer y materializar la contraloria social, esa que va a romper los esquemas de poder a través del empoderamiento y participación de las comunidades organizadas, aquel que va a hacer realidad el sueño de Chavez posicionando los elementos a favor de la clase y con un verdadero saldo organizativo, es ahora o nunca camaradas, nos jugamos la patria, la revolución y hasta la esperanza de los pueblos del mundo que han creído en nuestro proceso inédito, creamos también nosotros, recordemos que somos los actores principales de nuestro propio destino.

Por nuestro Comandante Supremo Hugo Rafael Chavez Frias, Unidad, Lucha, Batalla y Victoria. Camarada Nicolas, Dilma, Rafael, Evo la Patria Grande requiere hombres, mujeres y medidas excepcionales en momentos de igual medida

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