Líderes aborígenes del programa “Alfabetización para la Vida” realizaron un seminario en Sydney este 28 de febrero para discutir la expansión de la técnica cubana de alfabetización de adultos hacia otras cuatro comunidades rurales y remotas, en el período 2015-2016.
El programa ya ha ejecutado con éxito unos pilotos, con cuatro pequeñas graduaciones en los pueblos rurales de Wilcannia, Enngonia y Bourke. Los nuevos proyectos se centrarán también en las comunidades del extremo occidente del estado de Nueva Gales del Sur, incluyendo Brewarrina y Walgett.
Lo que comenzó como un programa piloto de la universidad y una red indígena, ya está coordinado a través de la Fundación Alfabetización para la Vida (http://www.lflf.org.au/), un organismo creado con el apoyo de los grupos aborígenes, empresas, universidades y el gobierno.
La versión australiana del Yo sí puedo (Yes I Can) utiliza materiales audiovisuales del idioma inglés desarrollado para el Caribe, añadiendo materiales locales desarrollados por los asesores cubanos y entrenadores aborígenes locales.
El Embajador de Cuba en Australia, José Manuel Galego dijo al grupo que su país estaba dispuesto a apoyar una expansión del programa del gran escala. “Todos los grupos políticos han expresado su apoyo a 'Yo sí puedo', ¿por qué no ha sido adoptada más ampliamente?”, se preguntó.
Lilian Lucas, coordinadora en Bourke, dijo que algunas personas tenían vergüenza asistir a una clase en la escuela local, y por eso las clases se habían celebrado en las oficinas del Consejo de la Tierra, una organización indígena.
Mary Edwards, coordinadora en Enngonia, dijo que el control de la comunidad del programa y su adaptación a las condiciones locales aseguró que el programa fuera bien aceptado.
El Director Ejecutivo de la Fundación, Jack Beetson, dijo que el impacto del programa en las comunidades remotas había sido profundo, con beneficios en la salud, el alcoholismo y las relaciones con la Policía. “Este es el cambio de juego”, dijo.