Pese a que la última reunión en Doha, capital de Qatar, no alcanzó el acuerdo para estancar y congelar la producción petrolera, la misma significó un conjunto de avances que, lamentablemente, pareciera que no son noticia en algunos medios, aunque para los estrategas en materia petrolera esta cumbre no es de desestimar, sobre todo, para el imperialismo estadounidense y sus aliados, los que apuntaron todas sus estrategias y mecanismos para torcer el brazo a algunos gobiernos de países productores del crudo, lo que les granjeó un acierto a sus intereses, lo que sirvió también para que los países que buscan alcanzar un precio justo del barril de petróleo puedan percatarse del conjunto de posibilidades que se abren a partir de ahora. 

La primera posibilidad que se ha abierto como un gran boquete contra el control omnímodo del gobierno de EEUU sobre el cártel de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), está en el hecho de haber congregado a países miembros de la OPEP con los no OPEP, es decir, se cogió músculo político, para definir, a partir de ahora, políticas globales contra toda forma de dumping como el que está practicando la tríada EEUU-ISIS-TURQUÍA, los que venden petróleo robado y ensangrentado, para inundar el mercado a precios por debajo del costo de producción, ya que el fracking con el que el gobierno estadounidense está causando daño a la corteza terrestre ya su propio pueblo estadounidense no es suficiente para alcanzar el boicot petrolero y control del mercado internacional. 

Por otra parte, de manera cierta y concreta, se abren posibilidades de que países no productores de petróleo, en un consenso con los países productores no dependientes de los dictámenes del imperio estadounidense, es decir, los del nuevo mundo multicéntrico y pluripolar, establezcan un acuerdo de venta e intercambio de otros productos y materia elaborada, lo que liberaría a los productores de petróleo del boicot del dumping y a los no productores del chantaje energético al que EEUU y sus aliados acostumbran aplicarles para someterlos a sus designios imperiales. 

Además, el emperador endorracista, en el corto plazo no tendría cómo cubrir el default latente de su gobierno, si entre los países del nuevo mundo multicéntrico y pluripolar que constituyen la mayoría en los diversos escenarios de los países productores y no productores, se acuerden para negociar con otros signos monetarios como el Yuan, Rublo y Sucre, a cambio de otras contraprestaciones, como exenciones arancelarias, entre otras. 

Ante las grandes posibilidades que se abren no sólo para alcanzar el precio justo del barril de petróleo en los mercados internacionales, se abren también, nuevas posibilidades de un nuevo orden geopolítico que libere a los pueblos del chantaje imperial y alcancemos la plena soberanía energética en nuestros pueblos emancipados, hecho que tienen claro en el imperio rapaz y razón por la cual Barack Husseín Obama ha ordenado apurar la defenestración del presidente venezolano Nicolás Maduro, de la mandataria brasileña Dilma Roussef, amén de la guerra sucia contra Vladimir Putin, para alejarlo del radio de influencia que el gobierno ruso ha alcanzado. 

El momento de acelerar la nueva diplomacia entre pueblos emancipados y libérrimos es ahora y la posibilidad de que el recurso energético que hasta hoy ha sido utilizado por EEUU como arma de chantaje y control político, se oriente a nuevas formas de comercio e intercambio justo y solidario, están comenzando a perfilarse. Se requiere audacia y determinación de nuestros pueblos y del liderazgo de los gobiernos progresistas y revolucionarios, a los que la derecha internacional fuerza por liquidar.