La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), ha sido tan útil a los interés imperiales de dominación y control económico, político y social del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica (EEUU), como lo han sido la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Protocolo de Kioto sobre el cambio climático, de los que no forma parte,   pero que les han servido para adocenar a gobiernos de  los países miembros de dichos organismos y suscribientes,  a los que con un ropaje de institucionalidad se les ha domeñado y adocenado.

     A propósito de la OPEP, este cártel petrolero que muchos moralinos se niegan a  llamar así, porque lo han querido disfrazar de “solidario” y de “intercambio diversificado”, como lo intenta ser efectivamente PetroCaribe, hemos de afirmar con pruebas documentales abundantes en todos los medios impresos y electrónicos que lo testimonian, que el precio del barril de petróleo en la cesta de la OPEP no era más que una vulgar regalía a países como EEUU, el que es el mayor consumidor y comprador voraz a precio de gallina flaca,  para luego revenderlo, como ha hecho históricamente.

    Y no fue sino con las estrategias que propuso el Comandante Hugo Chávez, que se alcanzó un precio justo, porque hasta 1998, el precio del barril estaba en  10,37 dólares y en 1999 cayó aún más,  a 7,57 dólares por barril, para luego comenzar un ascensor sostenido, desde el año 2000, con el barril en $ 25,61, alcanzando un pico en el 2008  de $ 95,45, volviendo a tener un descenso en el 2009 en $61,06, para nuevamente alcanzar el alza histórico del año 2012 en $109,95, cuya fuente ubicamos en www.opec.org

     Ascensos del precio del crudo que se alcanzaron,  además, en medio de guerras en invasiones que el gobierno de EEUU propinó a países productores de petróleo como Irak e inventándose la llamada “primavera árabe”, de las que fueron víctimas países que hoy viven en el caos y muerte, con el control del petróleo en manos de los estadounidenses y en ISIS que desvía el crudo robado al mercado negro, que es lavado por el gobierno de  Turquía, hechos que han contribuido al boicot del  gobierno que preside Barack Husseín Obama, apoyado además con el fracking o explotación de petróleo de esquistos, hecho que ha devenido en profundos daños ecológicos para toda la corteza terrestre, que organismos como la ONU celestinan,  mientras se dan golpes de pecho por el cambio climático, que en un descuido, nos llevarán a una conflagración del planeta tierra, en donde estamos parados todos los terrícolas, incluyendo, a los causantes imperiales y sus súbditos.

    Luego del boicot estadounidense y de los gobiernos de rapiña del la Unión Europea (UE), para tumbar el precio del petróleo y quebrar las economías de Rusia y Venezuela, fundamentalmente, para así,  sobre la crisis económica, desmontar los gobiernos democráticos y liquidar el nuevo mundo multicéntrico y pluripolar, hemos llegado a una caída del precio del petróleo en la cesta de la OPEP, que ha llegado a $ 21 por barril, al 20 de enero del año dos mil dieciseis, descalabro que  fue advertido por el   presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien planteaba tomar un conjunto de medidas audaces a tiempo, entre ellas, bajar la producción drásticamente, puesto que EEUU ya se estaba consumiendo parte de  sus reservas en la práctica del dumping en las ventas que no podía resistir.

    Pues, la propuesta de Nicolás Maduro fue rechazada por la mayoría de los miembros  de la OPEP, sobre todo, por Arabia Saudita y otro país árabe, quienes se pusieron en manos del gobierno estadounidense y traicionaron a sus socios, sin percatarse de que al hacerlo, sus economías nacionales quebrarían y la solución que les daría el gobierno estadounidense sería echarlos a la jauría del Fondo Monetario Internacional  (FMI), lo que significa apoderarse de  sus riquezas petroleras  a cuentagotas.

   A esta situación de boicot al precio justo del barril de petróleo, más el adocenamiento al que han llevado a una mayoría  circunstancial de la OPEP, nos ofrecen  un escenario  desesperanzador para los países que como Venezuela buscan una estabilización del crudo en los mercados mundiales, atados de mano a este  cártel petrolero que ha sido  domeñado por el gobierno estadounidense. 

     A esta situación, históricamente le han impuesto al crudo venezolano un precio siempre inferior frente al liviano, callando siempre, que del petróleo pesado como el que extrae Venezuela, se rinde mayor volumen,  al mezclarlo con liviano y procesarlo para la elaboración de gasolina, hecho que ridículamente han esgrimido los sectores oposicionistas venezolanos, quienes alegan que PDVSA no produce petróleo y por esto vienen cargueros con petróleo liviano, sin mencionar que la verdad de fondo es que ese petróleo liviano resulta más económico para refinar el petróleo pesado que comprar nafta a los EEUU, como hacían en la vieja tradición de la IV República, los mismos que predicaron que en la Faja Petrolífera de Orinoco no había petróleo, sino bitúmenes  mentira odiosa que desenmascaró el Comandante Chaves,  amén de ignorancia aprendida en  la IV República, que ha sido difundida en absolutamente todas las universidades venezolanas que siguen hoy siendo reproductoras de ideología burguesa y de la estupidización para domeñar o controlar.

    Hoy, nuevamente urge una cumbre de jefes de Estado y de gobierno de los países miembros de la OPEP. Pero como el control del gobierno estadounidense no cambiará de aquí a un mes o unos días, el gobierno venezolano, su empresa petrolera PDVSA y sus filiales, en defensa de los más altos intereses de la nación, están obligados a  abrir nuevos espacios y relaciones estratégicas audaces que posicionen la producción venezolana, rompa con el boicot de EEUU y sus aliados serviles, además de avanzar, en caso de que países como Arabia Saudita y otros dependientes de EEUU mantengan la tozudez, en la conformación de un nuevo órgano con países del nuevo mundo multicéntrico y pluripolar, que supere y sustituya al cártel de la OPEP que hasta el día de hoy, adocenado, está al servicio del gobierno estadounidense. No olvidemos que los países del BRICS, ALBA-TCP, UNASUR,  PetroCaribe y la CELAC y países africanos libérrimos, entre otros, hacemos la mayoría en el mundo, contra todo boicot y toda forma de opresión. En esta ruta ya tenemos rato andando.