Hay una estrategia internacional que se está agudizando y ésta consiste en allanar caminos que justifiquen una intervención externa para derrocar a Nicolás Maduro y salir de todo lo que signifique el chavismo en la República Bolivariana de Venezuela. En esta estrategia están comprometidos grandes poderes hegemónicos mundiales, aliados del imperio estadounidense y súbditos suyos, entre los que cuenta, el poder religioso, cuyo enclave físico está en el Vaticano, bajo el engaño de la imagen fresca y amigable del Papa Francisco y organismos intencionales, como la Organización de Estados Americanos (OEA), desde donde, repetidas veces, el Secretario General lacayo, Luis Almagro, ha actuado al margen de sus estatutos, usurpando funciones y, abiertamente, actuando como declarado enemigo del gobierno venezolano, además de las nefastas actuaciones que desde el seno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se están empezando a profundizar, para justificar la intervención externa que dé al traste con la revolución venezolana y nuestra paz social, lo que nos augura un sendero de muerte y miseria, como han hecho quienes con la bandera de libertad, desde el seno de la ONU han invadido, masacrado inocentes y robado, para sostener la economía voraz y rapaz del capitalismo estadounidense y de sus lacayos.
En este contexto, se hace preciso estar claros en que se trata, en estos momentos, de una pléyade de imbéciles, que dando palos de ciegos, cual parranda de borrachos, pretenden liquidar lo que la mayoría del pueblo venezolano se dio libérrima y soberanamente: un gobierno revolucionario socialista y chavista, amante de la paz, que día a día, forjan los pueblos del nuevo mundo multicéntrico y pluripolar.
En esta componenda internacional, en nombre de Dios, están comprometidos, jerarcas del Estado del Vaticano, desde el Papa Francisco, en ese doble juego sucio, de mostrarse como amigo y respetuoso de las buenas relaciones, hasta su Secretario de Estado, el monseñor Pietro Parolín, como su apellido lo indica, desde que era Nuncio Apostólico, en representación del Cardenal Karl Ratzinger, llamado Papa Benedicto XVI, quienes han estado conspirando, junto con la derecha fascista más extrema de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), cabroneando hoy al golpismo criollo y pidiendo al gobierno venezolano, entre otras prebendas, que las conspiraciones golpistas como la que fraguaron contra el gobierno regional merideño, que lleva adelante Alexis Ramírez, sean acalladas y olvidadas, mientras ellos se dejarían de conspirar contra la revolución bolivariana, socialista y chavista, porque ellos, demonios ensotanados, son actores políticos y beligerantes, a los que les importa un rábano montar ajiacos que llamen la atención del mundo, así tengan que pelarle el culo y apalear a unos seminaristas, utilizando a malandros y drogadictos pagados, para montar dicho ajiaco, que ellos mismos se delatan, como vemos en este link:
Gente que en nombre de dios, conspira, mientras dan rienda suelta a sus aberraciones sexuales, que deberían ser corregidas, en lugar de andar conspirando para derrocar a Nicolás Maduro, tanto por el Papa Francisco, como por su Secretario de Estado, Pietro Parolín, quienes han de saber que no se trata de un solo prelado venezolano, sino de unos cuantos, los que han hecho y siguen haciendo daño, como éste:
Y así, con el llamado a orar por Venezuela, para ver de qué manera derrocan a Nicolás Maduro, porque como las largas colas para comprar alimentos, la especulación o sobreprecio en los alimentos y servicios, no han dado el resultado esperado para alcanzar una explosión social y el compromiso de grandes monopolios, como el que se autodelata este nefasto personaje, está en pie con los organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), les urge que la ONU meta sus manos en el caldo:
Ahora, el Secretario General de la ONU, como buen celestino del genocidio que están causando EEUU e Israel, entre otros rapaces imperios de la muerte, ha vuelto su mirada sobre la República Bolivariana de Venezuela, para expresar “su preocupación”, en esa jerga hipócrita que el imperio estadounidense ha enseñado a sus serviles lacayos imperiales.
En el caso de este personaje, Ban Ki Moon, ha de saber, igualmente, que desde este lado, también nos preocupa que ellos quieran supervisar las guarimbas, que no son simples protestas ciudadanas, porque las guarimbas son actos terroristas de violencia y muerte, por las que, entre otras cosas, está preso Leopoldo López y de allí no saldrá, a menos que con sus cascos azules asesinen a las víctimas de las guarimbas de Venezuela.
Pero, más nos “preocupa” y nos ocupa, el hecho de que desde la ONU están articulados con los oposicionismos golpistas criollos, en esa agenda insurreccional, en la que definieron al mes de septiembre como el mes en que el terrorismo de la derecha pretende volver a calentar las calles, porque ellos, sus dirigentes de la asquerosa derecha venezolana, han decidido tomar vacaciones por el mundo, durante todo el mes de agosto, mientras sus sicarios y mercenarios se están dedicando a asesinar a chavistas durante todo el mes de agosto, como lo intentaron de manera fallida, contra el hijo del dirigente nacional Freddy Bernal y contra una concejala aragüeña de la revolución y otro joven dirigente trabajador obrero y miembro de la comunidad universitaria obrera, mirandino, estos últimos, asesinados con saña.
Pues bien, a pesar de la violencia y muerte que desde la ONU pretenden legitimar y con la bendición del Vaticano, el Pueblo en su mayoría, junto con el Presidente Nicolás Maduro, están empezando a derrotar la guerra económica y estamos dispuesto a enfrentar cualquier acto de violencia e injerencia externa, pase lo que pase. “Que nadie se equivoque”.