El paro que no fue, el golpe económico que sí | Blog | teleSUR
14 enero 2015
El paro que no fue, el golpe económico que sí

Durante los primeros días de 2015, una convocatoria virtual pobló las redes sociales de Venezuela. El 12 de enero, aseguraba, se haría un gran paro nacional para forzar la renuncia de Maduro. Pero… ¿qué pasó finalmente ese día? ¿Qué viene pasando en todos estos días, en un 2015 que se anuncia tormentoso y acaso definitorio?

Venezuela intensifica lucha contra la guerra economica para evitar colas y garantizar abastecimiento de productos.

La convocatoria “invisible” -de carácter anónimo, pero convenientemente amplificada por los medios antichavistas- fue instalada durante la semana del 5 al 11 de enero. El nuevo Día D sería el lunes 12, momento de retorno a clases luego de las vacaciones. Allí comenzaría el principio del fin del “régimen”, anunciaban. Durante los días previos, todo el mundo comentaba el hecho. Desde las redes sociales, los tuiteros opositores recomendaban acumular alimentos ante la eventualidad del caos inminente. En la calle, en las colas de los comercios –cada vez más largas-, en los medios de transporte, los vecinos y las vecinas se preguntaban qué pasaría. Los rumores crecían y la militancia de todas las tendencias se mostraba a la expectativa. Sin embargo, llegó el día y del paro, ni noticias. En una nueva prueba empírica de la distancia entre la realidad virtual y la realidad real respecto a Venezuela, ningún sector adhirió a la convocatoria y rápidamente todos los involucrados se despegaron, como si nunca hubiera existido.

Pero el lunes 12 de enero también pasaron otras cosas. Uno de estos episodios muestra de forma transparente lo que viene ocurriendo, día tras día, sin descanso, en la República Bolivariana. En la zona industrial de Maracaibo, en el estado Zulia, el vicepresidente Jorge Arreaza informó en vivo sobre la incautación de una gran cantidad de artículos de primera necesidad, precisamente de esos productos que no se encuentran en las góndolas y que constituyen el principal motivo por el que los sectores que adversan a la Revolución convocan a la salida de Maduro.

Las cifras hablan por sí solas: un millón y medio de paquetes de pañales; 360 mil kg de jabón en polvo; 43 mil litros de suavizante; 300 mil jabones; 16 mil desodorantes; 78 mil toallas sanitarias; 61 mil unidades de champú; 560 mil máquinas de afeitar; 600 mil baterías; 4 mil kilos de atún; 42 mil kg de arroz; 1700 litros de leche líquida; 10 mil kg de leche maternizada son algunos de los productos encontrados, que presumiblemente estaban dirigidos al contrabando de extracción hacia Colombia, destino de buena parte de los bienes que se importan con dólares subsidiados por el Estado. Muchos son productos emblemáticos, de esos que provocan irritación cuando no se pueden adquirir, aunque uno tenga el dinero para hacerlo.

Extrañamente (o no), en momentos en que crecen las colas y el debate sobre el desabastecimiento, los dos principales medios gráficos opositores, El Nacional y El Universal, destacaron en sus títulos la intervención de la empresa distribuidora, antes que el propio delito de acaparamiento de productos básicos; y ni hablar de sus efectos económicos y políticos. El Nacional, incluso, directamente eligió no informar sobre la cantidad y calidad de los productos decomisados. Este periódico es coherente: hasta el momento, nunca ha informado sobre estos operativos. Resultado: el acaparamiento no existe en sus noticias. La “escasez”, en cambio, sí. Esa palabra domina los titulares y se hace presente en casi todas las noticias, aún cuando casi todas las semanas, desde hace meses, se registran operativos similares al de Maracaibo. Precisamente una semana antes, el vicepresidente había informado que durante 2014 fueron incautados 28 mil toneladas de alimentos, además de combustible y muchos otros productos en similar magnitud.

En este caso, la empresa -llamada Herrera Compañía Anónima- es una de las principales distribuidoras de productos de higiene personal y alimentos del país. Tiene la representación exclusiva en ocho estados de las marcas Nestlé, Kellog’s, Procter & Gamble y Pfizer, entre otras. Posteriormente se supo que entre sus accionistas se encuentra la compañía Diamante Trading Investments LTD, con domicilio fiscal en Barbados, que es representada en Venezuela por Peggy Ordaz Quijada, militante del partido Voluntad Popular, formación que protagonizó el intento de golpe continuado desde principios de 2014 y por cuya causa se encuentra preso su líder, Leopoldo López. En agosto de 2014, Herrera C.A. ya había sido multada por el incumplimiento de la Ley de Precios y Costos Justos, que regula la distribución de productos. Tampoco estos hechos formaron parte de las noticias de los medios privados, ni en Venezuela ni en el mundo.

Hacia qué 2015

Los episodios de los últimos días retratan con máxima transparencia los elementos centrales que estarán presentes en el 2015, un año que se anticipa como crucial para la continuidad de la Revolución Bolivariana.

Por un lado, la derecha continuará apostando al desgaste del gobierno encabezado por Nicolás Maduro, apelando fundamentalmente al desarrollo del golpe económico, signado por la secuencia acaparamiento-desabastecimiento-inflación. Esto se combinará, como viene sucediendo, con una fuerte presión mediática e incluso “diplomática” a nivel internacional, además de todo tipo de rumores y operaciones psicológicas y del aliento –por ahora, por debajo de la mesa- a acciones callejeras violentas, no descartándose atentados y sabotajes, como los ya registrados durante 2014. Toda la estrategia, de conjunto, buscará al desmoralización y la pérdida de confianza de las bases chavistas, intentando de esta manera tensar y romper la unidad del bloque en el gobierno. En este escenario, un objetivo táctico central es lograr un triunfo en las legislativas, que se realizarán en septiembre u octubre de este año.

Si bien las fuerzas de la derecha por el momento muestran importantes síntomas de dispersión, es un hecho que todas coinciden en el objetivo estratégico: lograr la derrota de la Revolución Bolivariana. En ese sentido, María Corina Machado lo expresó transparentemente en una entrevista concedida a LaPatilla.com: “No es verdad que los sectores democráticos tienen dos agendas contrapuestas, la de la calle y la electoral. Hay un solo propósito y todas las estrategias y todas las acciones suman y se enmarcan alrededor de este gran objetivo, expresó. Y como para que no quedara ninguna duda, agregó: “Todos los planos de lucha y todas las iniciativas democráticas, electorales o no (sic), deben estar orientadas a lograr el cambio de régimen lo antes posible”.

Por parte del chavismo, el énfasis está puesto en revertir los efectos de la guerra económica sobre la vida concreta de las personas, en un período complejo, caracterizado por la baja de los precios del petróleo, recurso que implica un 95% de las divisas que ingresan al país y un 75% del presupuesto estatal. Esto supone asumir la batalla decisiva con unidad y moral revolucionaria; y avanzar decididamente sobre los comportamientos burocráticos y corruptos de sectores del propio Estado que participan –o al menos permiten- las prácticas delictivas de los empresarios embarcados en el golpe económico, jugando objetivamente para el campo contrario al que dicen defender.

Este camino supone necesariamente tocar intereses que también moverán en forma pública o privada sus piezas, en una situación muy dinámica e imprevisible, con escaso margen para el error de cualquiera de las partes implicadas en el juego.

La reciente sustitución de la directiva del Centro Nacional de Comercio Exterior, acompañada por duras palabras de despedida por parte del presidente, se enmarca en este contexto. En el fondo del conflicto está el proyecto de país en construcción, lo cual no es ajeno a la forma (y los beneficiarios) de la apropiación de las divisas, es decir, de la renta petrolera.

Más allá de los discursos enarbolados para cada ocasión, los sectores capitalistas jugarán el único partido que les da razón de ser: intentar la maximización de sus ganancias de la forma que sea. El pueblo, por su parte, se aglutinará o se dispersará -se activará o se desmovilizará- en función de su percepción del rumbo impulsado por el gobierno. Si cree que las políticas orientadas por Maduro van hacia el fondo del problema, tocando incluso a los enemigos disfrazados de chavistas, entonces confirmará una vez más su pertenencia a la identidad colectiva que desde hace 15 años revoluciona el país petrolero, que fuera controlado sin fisuras por los EE.UU. durante casi todo el siglo pasado. La convicción, unidad y disposición al combate de cada fuerza en disputa determinará el curso de los acontecimientos, que probablemente se convertirán en definitorios por un largo tiempo, no sólo para Venezuela, sino para el proyecto emancipador de todo el continente.


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Perfil del Bloguero
Periodista argentino. Corresponsal en Caracas de Notas – Periodismo Popular y colaborador en otros medios de comunicación. Sus textos y fotografías se han publicado en periódicos, revistas y sitios web de América Latina y Europa. Desde enero de 2013 hasta abril de 2014 fue productor y editor de noticias en ALBA TV. Actualmente, además de la corresponsalía en Notas.org.ar, integra el equipo de comunicación de ALBA movimientos y participa en el proyecto "Crónica de Comunas".



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