Ecuador / Oscar Bonilla, dirigente de Alianza País: “Nos hemos preparado para triunfar en primera vuelta" | Blog | teleSUR
23 diciembre 2016
Ecuador / Oscar Bonilla, dirigente de Alianza País: “Nos hemos preparado para triunfar en primera vuelta"

Recientemente, en Caracas, Venezuela, adonde concurrió como invitado al Encuentro de Intelectuales y Artistas por la Humanidad, pudimos conversar con Oscar Bonilla, actual Secretario de Acción Política  de la coalición oficialista Alianza País, de Ecuador. 

La intención de voto es para el candidato Lenín Moreno es mayo al resto de los participantes

Bonilla, ha militando desde siempre en la izquierda, primero en lo que fuera el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) ecuatoriano, y durante todo el período del gobierno de Rafael Correa ofició de estrecho colaborador con dicha gestión. De hecho, fue uno de los acompañantes del Presidente durante los graves hechos de septiembre de 2010, cuando un grupo de policías y militares se sublevaron y entre sus intenciones golpistas estuvieron a punto de asesinar a Correa.

Ahora, que Ecuador se halla a menos de dos meses de una nueva confrontación electoral, en la que el candidato oficialista será Lenin Moreno, Bonilla analiza en profundidad las distintas alternativas que desarrollará Alianza País para obtener una victoria que, por lo menos en ese país, frente la ofensiva derechista regional.

-Hablemos sobre como está la perspectiva electoral de Alianza País ya que hay elecciones en febrero, elecciones que son realmente estratégicas. Y esto vale no solamente para Ecuador sino para el continente, sobre todo en función de lo que está ocurriendo con el avance de la derecha en todos los países. 

Oscar Bonilla: Efectivamente. El cauce democrático que ha elegido la ciudadanía de Ecuador, resulta la vía para construir una posición dentro del poder del Estado, para sostener las transformaciones que se han desplegado a lo largo de estos diez años que nosotros caracterizamos como la década ganada y obviamente para contener las intenciones de la oposición, o sea de la derecha, de las élites económicas y también lamentablemente de ciertos segmentos de una izquierda que no ha atravesado la frontera hacia la contemporaneidad. Estamos trabajando para que el proceso de transformación permanezca, y obviamente, sea el Ecuador en este proceso la frontera hacia la cual pueda llegar esa resaca neoliberal que se ha desplegado en nuestro Continente. Somos muy concientes de la trascendencia que tiene nuestro proceso político en esta coyuntura respecto de las necesidades de sostenimiento también de la tendencia progresista y de izquierda dentro de América Latina, y consecuentemente los esfuerzos que se han venido haciendo para construír una posición favorable al objetivo que nos hemos trazado que es obtener una victoria en la primera vuelta.

 
-Hoy las encuestas parecen darles la razón en ese sentido…
 
-Si, ya que podríamos obtener una mayoría de por lo menos 70 asambleístas que nos permita también sostener la confluencia de las funciones del Estado y particularmente de la función legislativa y del Gobierno Nacional como ha ocurrido durante este período que menciono. Pensamos que estamos en buenas condiciones en este momento para lograrlo. 
 
-¿Cómo se han preparado para ello y qué hizo la oposición para ponerles palos en la rueda?
 
-Ha sido un proceso de preparación que nos ha tomado aproximadamente un año, un año que emerge desde el despliegue de una oposición beligerante. Como ocurriera en otros países, también en el Ecuador en los meses de julio y agosto del año anterior la oposición impulsó una serie de movilizaciones, tomó la iniciativa y logró establecer ejes de convergencia fáctica para crear condiciones de desestabilización que nos obligara a nosotros a pasar a la defensiva, ampliando ellos el territorio político y consecuentemente creando sino condiciones para propiciar un golpe de estado (como efectivamente lo intentaron), buscaron afanosamente tener mejores posibilidades dentro del escenario electoral que se preveía y que ahora ya se ha establecido de forma predominante. 
 
-¿Cuál fue la respuesta de Alianza País ante esa escalada?

-Ha sido un año muy intenso, un año en el que nuestro movimiento tuvo que salir de esa zona de confort en la que había caído, y pasar a la acción directa. Nos fuimos a la lucha de calles, impulsamos un gran diálogo nacional sobre la equidad y la justicia y también impulsamos Asambleas Ciudadanas en todos los territorios alrededor de la Enmienda Constitucional que planteaba la posibilidad de la reelección del presidente Rafael Correa, finalmente el Presidente desechó la posibilidad de ser reelecto pero de todas maneras el proceso significó la posibilidad de tener una acumulación de fuerzas que también ha ido construyendo posiciones adecuadas y necesarias para el enfrentamiento del escenario electoral.
Hubo otro factor que es muy importante de nuestro proceso y fue el impulso de lo que llamamos nosotros conferencias ideológicas que antepusieron la discusión de nuestro Programa, participaron alrededor de 70 mil militantes, realizamos alrededor de dos mil conferencias ideológicas, espacios de diálogo, espacios de debates, de crítica, de lo que hemos hecho y de propuestas sobre lo que debemos hacer, al mismo tiempo que analizamos el carácter del momento político, económico y social por el que atravesaba nuestro país, nuestro gobierno y nuestro proceso. Obviamente todo esto significó, junto con lo que mencionaba anteriormente, una gran dinamización de nuestras estructuras y con ello también evidentemente la creación de mejores condiciones de cohesión, de unidad interna que si no las hubiésemos impulsado muy probablemente nos habrían abocado, como ha ocurrido en otros procesos, a luchas internas, a que las contradicciones no hubiesen sido adecuadamente administradas y hubiésemos llegado ya al período electoral sin la cohesión necesaria y sin la claridad políticas suficientes como para poder abordar nuestros objetivos.

-Cómo impacta la no participación de Correa y quién es el candidato a presidente Lenin Moreno? 

-Lenin Moreno fue nuestro Vicepresidente durante el primer período de gobierno del compañero Rafael Correa. En el Ecuador el régimen político es un régimen presidencialista, el Presidente termina las funciones de vicepresidente, y en este caso se le entregó a Lenin la posibilidad de manejar la misión Eugenio Espejo, que básicamente estuvo orientada a reposicionar a las personas con discapacidades. Lenin hizo un trabajo extraordinario en este campo, dentro de lo que es su espíritu, humanista, de apertura, un espíritu inclusivo, de diálogo y éstas son las características de su personalidad y evidentemente también de su conducta política, eso está marcando también el posicionamiento frente a la ciudadanía.

Lenin cuando dejó la Vicepresidencia de la República tenía el 93% de aceptación y eso es muy significativo porque evidentemente esto plantea un punto de partida muy sólido ya en el escenario electoral en el que estamos todos comprometidos.

Nuestro candidato a presidente nació políticamente dentro de la izquierda radical, perteneció a una célula del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, una organización radical, con la pretensión de ser una organización política militar que de hecho lo fue durante los años 70' que es la época durante la que Lenin militó y su pensamiento y su mirada ideológica tiene también esa base. Lenin Moreno fue un militante en su época de estudiante, posteriormente sufrió un accidente muy serio, fue asaltado por un delincuente, lo que provocó que el quedara con una parálisis como producto de una lesión que no es reversible en la columna vertebral. Ésto que pudiera pensarse derivaría en ciertos tipos de limitaciones de acuerdo a sus formas de trabajo mientras el estuvo al frente de la misión Eugenio Espejo no le imposibilitó recorrer todo el país, él estuvo en la selva, estuvo en los páramos, estuvo en los barrios más populares, lo cual demuestra que efectivamente él tiene una capacidad de movilidad que independientemente de sus limitaciones físicas, no le van a limitar sustantivamente en el ejercicio de sus funciones como gobernante.

Lenin Moreno es una persona muy querida y respetada por el pueblo, en éste último período ha sido sin embargo, víctima de ataques que nosotros preveíamos se iban a producir, ataques que básicamente se orientan a resaltar su discapacidad pero también evidentemente a proyectar sombras de irregularidades o de corrupción alrededor de personajes que estuvieron trabajando cercanos a él en la Vicepresidencia de la República, Lenin atacó muy frontalemente todas las irregularidades al interior de su administración y liquidó prácticamente todos estos problemas mientras estuvo en su ejercicio. Posteriormente él fue el representante de Ecuador en Naciones Unidas para el manejo de las políticas públicas respecto de discapacidades en el mundo y obviamente esto también lo ha destacado como un referente que no únicamente tiene incidencia en el país sino también fuera de él.

Actualmente  ya ha iniciado su campaña electoral, está presente en muchos territorios, la política que él tiene es de diálogo directo con la ciudadanía, considera que la verdad se construye desde todos, que consecuentemente la orientación política debe surgir del pueblo y ha planteado algo que nos parece a nosotros extremadamente importante, que es la inclusión y el fortalecimiento de los actores sociales del campo popular en el Ecuador. Lenin Moreno ha tendido la mano no únicamente hacia sectores de izquierda o de centro izquierda, le dió la mano también al movimiento indígena, a los trabajadores, al movimiento campesino, a las mujeres, a los jóvenes, a los niños, lo cual augura la posibilidad de crear un cauce para la consolidación de construcción del poder popular en el Ecuador.

-En cuanto al movimiento indígena es sabido que siempre hubo encontronazos entre un sector del mismo y la gestión de Rafael Correa, incluso también con un sector del movimiento obrero. Esto que cuenta de Lenin Moreno, podría llegar a solucionar esa falta de diálogo o esas rispídeces?

-Sin duda alguna puede propiciarse ese encuentro. Pero hay que comprender en qué situación está el movimiento indígena en el país y también el movimiento de los trabajadores. Para hablar del movimiento indígena debemos referirnos necesariamente a las cuatro organizaciones que lo representan, allí estan la CONAIE, la CONFENIAE, está también la Federación Ecuatoriana de Indios que fue creada por el Partido Comunista en los álbores de la década del 60, y está también la FEINE y la FENOCITES. Son organizaciones de índole indígena pero que tienen un amplio contenido campesino, son organizaciones agraristas. La CONAIE es la que más se ha destacado porque fue la que realmente impulsó con mucha más potencia, con mucha más claridad, la emergencia del actor social a través de los grandes levantamientos que se impulsaron en la década de los 90. Esto no quiere decir que sea la única organización indígena en el Ecuador.

El movimiento indígena como actor social no solamente está representado solamente por esta organización, el actor social, el movimiento social demanda una política de inclusión, y esa política de inclusión tiene que ver con la generación de políticas públicas que satisfaga sus necesidades. El movimiento indígena ha sido siempre relegado, ha sido siempre excluído, no ha sido considerado por los diferentes gobiernos: políticas de riesgo, suelo agrícola, desarrollo de esa red organizacional, son demandas urgentes del movimiento indígena.

Sin embargo, si nos referimos a la CONAIE, su dirigencia ha impuesto una camisa de fuerza a esas necesidades y esas necesidades pasan obligatoriamente por establecer cauces de diálogo que finalmente son bloqueados por una dirigencia que se ha ideologizado excesivamente desde una mirada muy etnicista también respecto del conjunto del país, y finalmente ha impedido que esa política pública pueda ser generada hacia esos ámbitos donde esa dirigencia todavía incide. 

Al interior de la CONAIE se han producido también serias fisuras, éstas tienen tres organizaciones regionales: la de la costa, la de la sierra y la amazónica. Las filiales de la Amazonia y de la costa han decidido crear espacios de diálogo con el gobierno, mientras que en la sierra, que realmente es en donde está al menos el 70% de la población indígena bajo el dominio, bajo la incidencia de la CONAIE, todavía estas posiciones fundamentalistas han persistido. Pero al mismo tiempo que todo esto se produce, se observa un proceso de estratificación dentro de ese sector del movimiento indígena que ha determinado que una dirigencia que tampoco ha terminado de comprender que el gobierno de revolución ciudadana no es el gobierno neoliberal clásico frente al cuál luchó el conjunto de izquierda, y también todos los actores sociales del Ecuador durante los años 90 con muchísima potencia. Ésta dirigencia se ha ido separando y diferenciando cada vez más de su base, y esta diferenciación no tiene que ver únicamente con lo ideológico o con lo político, tiene también que ver con lo económico, entonces es un sector privilegiado que no comprende, ya no es comprendido ni es apoyado por su base y esto se observa claramente en el decrecimiento evidente de su capacidad de movilización. 

¿Y en lo que hace al movimiento de los trabajadores?

En cuanto a los trabajadores hace dos años emergió la Central Unitaria de Trabajadores que agrupa a los sindicatos de empresas públicas vinculadas a sectores estratégicos, o sea en el ámbito del petróleo, la electricidad, el agua, etc... estos grandes sindicatos se han vinculado a la Central Unitaria de Trabajadores y ésta ha establecido espacios de diálogo, de negociación y de articulación con el proceso de revolución ciudadana. Las organizaciones sindicales históricas, concretamente el Frente Unitario de los Trabajadores, ha ido perdiendo también cada vez más capacidad de movilización y ésto también se debe, no solamente a que han perdido estos actores concentrándose exclusivamente en los sindicatos del sector privado. El Ecuador no es un país en el que el sector productivo se halla desarrollado muy potentemente y en consecuencia los gremios del sector privado, son pequeños sindicatos y no tienen gran potencia ni de movilización ni de representación, ni de expresión política que tienen los sindicatos del sector público y particularmente los sindicatos de sectores estratégicos. Todos los cuales, con muy pocas excepciones, con muy pocos segmentos que están en el ámbito del sector eléctrico, están vinculados a la CUT que dialoga permanentemente con el Ministerio de Trabajo y con la Vicepresidencia de la República y que evidentemente tienen una alianza estratégica muy bien establecida con el movimiento Alianza País.
En consecuencia, si pensamos en la posibilidad de la articulación de todos esos actores, tanto en el mundo rural como en el mundo urbano del campo popular, creemos que están dadas las condiciones para la construcción de poder popular. Debemos pensar también que no menos de 3400 organizaciones sociales trabajan vinculadas a las diversas instituciones del gobierno revolucionario, y estas 3400 organizaciones se están ya constituyendo con una plataforma social muy importante. De hecho ya ha emergido desde ellos la iniciativa de construcción que han denominado el Frente Político del Pueblo, que agrupa a estas organizaciones en todos los espacios territoriales, y se está proyectando hacia la construcción también de columnas sectoriales, que confluyen en cada uno de los espacios territoriales. Están generando espacios asamblearios que se han llamado Asambleas Provinciales de Poder Popular que están también definiendo formas de representación locales. Al articularse entre sí generarán también una representación de alcance nacional. 
 
-¿Con Lenin Moreno se preparan para mantener las conquistas obtenidas o afrontarán la idea de profundizar en las mismas para cerrar el paso a nuevas embestidas neoliberales?

 
-Esto tiene una enorme trascendencia, porque si bien es verdad, en nuestro proceso se ha privilegiado durante estos 10 primeros años la transformación del Estado y se han mantenido logros muy importantes en ese terreno, el reposicionamiento de un Estado inexistente, totalmente demolido durante la época nefasta del neoliberalismo, la larga noche neoliberal como la caracteriza el compañero Presidente.  Esto ha determinado que el proceso de construcción de estas plataformas organizativas no se hallan desarrollado suficientemente, es indudable que ahora existen mucho mejores condiciones para ello y justamente

Lenin está planteando éste como uno de los temas prioritarios de la acción política que impulsará su gobierno. 
Aquí hay una disquisición que es importante dentro de los debates que hemos tenido en el interior del movimiento y con los demás actores sociales, como actores políticos aliados, y es la válidez de la intervención del Estado en la construcción de estas nuevas redes sociales. Si nosotros asumimos que por la Constitución, el gobierno de la revolución ciudadana está obligado a fomentar la construcción de una nueva ciudadanía, si pensamos en que la Constitución del Ecuador establece que paulatinamente debe haber una equipotencia del Estado frente a la población y viceversa, es evidente que la profundización de su carácter revolucionario estará dado necesariamente porque se vayan dando este tipo de procesos y se vayan construyendo este tipo de actores. Al mismo tiempo desde estos mandatos constitucionales se ha formado la ley orgánica de participación ciudadana y esta ley establece espacios muy concretos de participación, por ejemplo, los Consejos Ciudadanos Sectoriales, que deben estar constituidos por organizaciones sociales vinculadas a cada uno de los ministerios. Estos Consejos deben reunirse por lo menos dos veces por año, pero aún tienen un papel bastante ornamental. Se cumple con la normativa pero no se estableció todavía con claridad el rol que deben asumir y esto es justamente administrar adecuadamente la demanda, vincularla a la capacidad de generación de política pública, modular inclusive la demanda para que sea viable, establecer espacios de diálogo permanentes. 

Al no tener un actor desde el campo popular constituido, un interlocutor válido, con potencia, con claridad, con capacidad de propuesta, de diálogo y de negociación, evidentemente el sistema de participación no ha funcionado suficientemente. Lo mismo podríamos decir de Asambleas Locales que también están establecidas por esta ley y  de la Asamblea Plurinacional Intercultural Ciudadana. Este último organismo es justamente la confluencia tanto de Asambleas Locales como de Consejos de Participación Ciudadana y no ha podido constituírse aún con la consistencia y la sólidez que quisiéramos. Ésta Asamblea justamente fue discutida muy intensamente en la Constituyente de Montecristi pero finalmente se convirtió básicamente en un organismo  veedor, o sea que participa en el Consejo de Planificación vinculado a un órgano de planificación del Estado y hasta ahí pudimos llegar en esta primera etapa. O sea la transformación de esta Asamblea, un organismo genuino del poder popular dependerá también de estos procesos de construcción que auguramos, ahora serán posibles durante el gobierno del Lenin.

- ¿En medio de todo este andamiaje político, cómo observan el atolladero económico?
 
-La situación económica del país todavía está atravesada por dificultades muy severas como producto de la crisis sistémica que vive el capitalismo en el mundo. La depreciación del petróleo, la apreciación de dólar, el cambio de las condiciones geopolíticas en América Latina, no auguran que las condiciones estructurales para el futuro gobierno sean las mejores, pensamos consecuentemente que este gobierno deberá ser muy sostenido desde el pueblo, y ello significa también comprender la necesidad de la lucha social, si es que la lucha social pasa a manos de la derecha que intervendrá desde el primer día, atacando, comprimiendo, cercando al gobierno, presionándolo, impidiéndole un buen ejercicio, sin duda alguna podemos considerar que habrá un proceso de debilitamiento paulatino.

Si no construimos este otro escenario y pensamos que Lenin Moreno lo entiende con mucha claridad, si es que no levantamos la lucha social para blindar, para proteger al gobierno y para focalizar la lucha del pueblo en contra de sus verdaderos enemigos estaremos en problemas. Estos enemigos son el capital financiero, son los agroexportadores, es la burguesía cipaya vendida a los intereses del imperio.  Si no privilegiamos y posicionamos estas luchas en las calles, en las plazas, en el combate ideológico, muy probablemente el gobierno se vea expuesto a las presiones que mediante los recursos económicos, políticos y comunicacionales van a utilizar las élites vendidas al imperio. Podrían crear condiciones de desestabilización y obviamente limitar la capacidad de gestión que el gobierno necesariamente va a requerir en estas difíciles condiciones que actualmente vive el país. 


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Perfil del Bloguero
Periodista argentino en medios de prensa escrita y digital, radio y TV. Escritor de varios libros de temas de política internacional. Director del periódico Resumen Latinoamericano. Coordinador de Cátedras Bolivarianas, ámbito de reflexión y debate sobre América Latina y el Tercer Mundo.
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