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Esta semana en Colombia diversos sectores de la sociedad civil han protagonizado manifestaciones y paros indefinidos en denuncia del incumplimiento por parte del Gobierno colombiano de promesas y atención social.
Los manifestantes exigen las mejoras prometidas por el Estado entre las que se encuentran construcción de hospitales, atención e inversión social, así como la situación de seguridad y la alta presencia paramilitar.
Habitantes de Chocó se declaran en Paro Cívico, docentes anuncian cese, taxistas marchan para rechazar plataforma Uber. Colombia se moviliza pic.twitter.com/zhvXSW6b36
— Milton Henao (@MiltonteleSUR) 10 de mayo de 2017
En diálogo con teleSUR, el analista internacional Jon Restpo, afirmó que estos reclamos no son novedosos, “son las mismas reivindicaciones que por décadas han movilizado al pueblo colombiano en búsqueda de justicia social, equidad, combate a la pobreza, saqueo de las multinacionales de los recursos y contra la sumisión de los gobiernos a EE:UU y sus políticas injerencistas en América Latina”.
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Agregó que, “el Gobierno actual y todos los anteriores además de no dar atención a estas demandas sociales, han acrecentado la represión contra el pueblo que reclama sus derechos”.
El Chocó en paro indefinido
Este departamento se declaró en paro cívico indefinido por el incumplimiento de los acuerdos firmados en agosto de 2016, para dotar de mejoras básicas su infraestructura.
Desde el pasado año líderes de ese territorio han sostenido conversaciones con el Gobierno para que se cumpla el pliego de peticiones, para ese entonces acordaron: terminar la vía Medellín - Quibdó, construcción de un hospital de tercer nivel, recuperar la seguridad del departamento sitiado por el Clan del Golfo lo que ha ocasionado desplazamientos y confinamientos. El Comité del Paro Cívico afirma que sólo se ha cumplido el cinco por ciento de lo pactado.
En ese sentido Restpo, aclaró que en muchos casos la intención del Gobierno de negociar la situación de protestas y descontentos se traduce en “desarticular los movimientos, terminar las protestas y desmovilizar al pueblo”.
Las organizaciones en el departamento reclaman además la crítica situación de orden público que ha empeorado con las acciones de los grupos ilegales, quienes realizan secuestros, extorsiones y desplazamientos masivos.
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El hecho de que los movimientos sociales se activen en protestas ante tantos incumplimientos es una demostración de reactivación y resistencia en los últimos años a pesar de la intensa represión, criminalización y asesinatos de líderes populares, afirmó el analista internacional.
Educadores se suman a las protestas
El gremio docente también se sumó al descontento nacional con una jornada de paro indefinido. Más de 350.000 docentes en todo el país cesaron sus labores en reclamo, entre otras cuestiones, del aumento salarial de este año que aún no se ha producido y el cambio de entidad prestadora de los servicios de salud.
El presidente de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) Carlos Rivas, declaró que las negociaciones se han estancado en el tema económico debido a que el Gobierno alega que no poseen dinero “ni para la bonificación por servicios ni para la nivelación salarial”, comentó.
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Pese a que los maestros persisten en el paro aseguran que no les cumplen con lo pactado, el Gobierno del presidente Santos insiste en que "está cumpliendo a los educadores".
Según el Ministerio de Educación se han logrado 11 acuerdos con los sindicatos docentes. Se incrementaron seis puntos del nivel salarial, aplazando para 2019 los seis restantes.
