La interrupción de Jennicet Gutiérrez en la Casa Blanca, durante un evento del Orgullo Gayen, la convirtió en heroína por la lucha de los inmigrantes LGBTQ y de color. “La batalla por la liberación no se puede terminar con el matrimonio igualitario”.
La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos para que la igualdad del matrimonio sea ley en todo el país es una victoria para la comunidad LGBTQ (siglas que designan colectivamente a lesbianas, gais, bisexuales, transexuales y queer) y para la justicia social en este país. Sin embargo, debemos celebrar críticamente.
A las mujeres trans, especialmente a las mujeres trans de color, todavía se les niega el acceso al empleo, la atención de salud, vivienda y educación, y son criminalizadas por tener que participar en trabajos de supervivencia. Así que la lucha por la liberación no puede y no debe terminar con la igualdad en el matrimonio. Debemos volver a las calles, organizar, interrumpir en el interior y el exterior, no se debe olvidar que la liberación para las comunidades trans y queer (homosexuales) fue iniciado por las mujeres trans de color.
El movimiento por los derechos de los transexuales no es nuevo. Mujeres transgénero de color participaron activamente desde sus inicios, durante los disturbios de Stonewall de 1969, donde los activistas homosexuales y transexuales resistieron las injustas redadas policiales. Esto fue muy importante, porque las mujeres transgénero de color estaban en la primera línea de lucha contra la brutalidad policial.
La comunidad LGBTQ nunca debe olvidar la valentía y el liderazgo de Sylvia Rivera, Marsha P. Johnson, y Miss Mayor. Ellas abrieron el camino y mostraron a la comunidad la pasión y la resistencia por la liberación. Ahora, nuevos rostros están surgiendo con la esperanza de que nuestras contribuciones no se borren y que nos están llevando a la visibilidad, a mujeres trans indocumentadas líderes en el movimiento.
Jennicet Gutiérrez interrumpió el discurso del presidente Obama pidiendo fin de las deportaciones.
La comunidad trans indocumentada a menudo se ha visto como una cuestión no LGBTQ. Queríamos enviar un mensaje claro con mi interrupción en la Casa Blanca. Debemos dar prioridad a las cuestiones y luchas de las personas LGBTQ de color. La violencia y la discriminación contra las mujeres trans indocumentadas que enfrentan dentro de los centros de detención no pueden ser ignoradas. Ésta es la razón que tuve para interrumpir y exigir al presidente Barack Obama que libere a todos los inmigrantes LGBTQ de estos reclusorios y que termine así con esta práctica restrictiva.
Sentí la urgencia de hablar porque las condiciones que enfrentan las mujeres trans en los centros de detención son inhumanas. Es inaceptable tolerar cualquier tipo de abuso físico y sexual que los miembros de mi comunidad sufren bajo detención. Hablé con dos mujeres trans indocumentadas de Guatemala, recientemente liberadas, quienes compartieron su experiencia en estos centros. Jessica Letona, una mujer indocumentada de Guatemala me contó sobre el abuso sexual y físico que enfrentaba. Además, mencionó que si ella se quejaba con los funcionarios de ICE, podía enfrentar penas de hasta tres meses en régimen de aislamiento.
Nicol Hernández, otra mujer trans de Guatemala, compartió su agonía y el dolor que sufrió durante su detención. Ella todavía está sufriendo por el abuso que enfrentó y está teniendo dificultades para reintegrarse a la sociedad. Para mí, como alguien que ha comenzado recientemente a participar en la lucha por la liberación es fundamental, que los más afectados por los problemas estén al frente y al centro en este trabajo.
La visibilidad de las personas trans y no conformes con su género, no es positiva en los medios de comunicación e incluso dentro de nuestra propia comunidad LGBTQ. Aunque la visibilidad de las personas trans en los medios de comunicación se ha incrementado, la representación no es, a menudo, de una manera positiva. Los medios tienden a burlarse, ridiculizar y perpetuar los estereotipos de las personas transgénero.
Mi introducción al movimiento de liberación trans y queer se produjo en noviembre de 2014, cuando fui invitada a participar en el “Día de Acción Nacional. Las Vidas Trans Importan”. En esta demostración, quise destacar la plaga de violencia a la que las mujeres transgénero de color se enfrentan actualmente. Bloqueamos las intersecciones de Santa Mónica Boulevard y Vermont Street en Los Ángeles, durante las horas pico y así llamé la atención sobre esta importante cuestión.
Estamos bajo un estado de emergencia y es por eso que era personal e importante para mí conseguir implicarme en el activismo. Y mi compromiso de organizar y luchar por la liberación es al largo plazo. Voy a seguir interrumpiendo y hablando al poder para cambiar los sistemas que siguen encarcelando, deportando y matando a nuestra gente.