Ecuador primer país que reconoce los derechos de seguridad social de las personas que realizan trabajo no remunerado del hogar

El pasado día 15 de noviembre el Presidente de la República del Ecuador, Rafael Correa Delgado, dio a conocer una ambiciosa reforma presentada bajo la denominación del “Proyecto de Ley para la Justicia Laboral y el reconocimiento del trabajo en el hogar”. El proyecto, cuyos contenidos se discuten estos días en la Asamblea Nacional, junto a medidas reformatorias del vigente Código de Trabajo, incluye el reconocimiento de los derechos de Seguridad Social del trabajo realizado por aquellas personas, fundamentalmente mujeres, que constituyen la base de la economía del cuidado humano. La iniciativa, que responde al mandato establecido en el art. 333 de la Constitución, permitirá afiliar al Sistema de Seguridad Social a más de un millón y medio de personas en los próximos años, quienes serán protegidas frente a las contingencias de vejez, incapacidad permanente total y absoluta, muerte (viudedad y orfandad) y auxilio por funerales.

Ruptura de paradigmas

La reforma supone una ruptura del paradigma tradicional que restringe la protección contributiva de la Seguridad Social a las distintas formas de trabajo mercantil, lo que hasta ahora suponía la exclusión, entre otras, de todas las personas que dedican su vida al trabajo en el hogar. La propuesta hace historia al romper este rígido esquema para reconocer el trabajo del cuidado familiar como una labor productiva, que contribuye al desarrollo económico y social del país. La reforma, impulsada por la Ministra Coordinadora de Desarrollo Social, Cecilia Vaca Jones, forma parte de un proyecto más amplio que pretende durante los próximos años y de forma progresiva hacer realidad el objetivo nacional de universalizar el Sistema Ecuatoriano de Seguridad Social.

Promoviendo la inclusión

De aprobarse, la iniciativa normativa permitirá el próximo año la afiliación de las personas que se dedican de forma exclusiva y permanente al trabajo no remunerado de cuidado del hogar, lo que excluye a quienes realicen otras actividades mercantiles que obliguen a la afiliación, o a quienes reciban compensaciones económicas por la realización de dicho trabajo. Con el fin de incorporar a este colectivo la norma propuesta implementa nuevos mecanismos de afiliación, cotización y recaudación. De esta manera, la cotización se fijará tomando en cuenta los ingresos de la familia, si bien el Estado contribuirá con un subsidio que, en atención a los niveles socioeconómicos familiares, podrá alcanzar hasta el 90% de la aportación. De esta manera, el Estado ecuatoriano podría situarse en la vanguardia de los sistemas de seguridad social, tras reconocer el trabajo del cuidado familiar, subsidiar las contribuciones de las familias con menores recursos económicos, y garantizar el acceso a pensiones contributivas para las personas que realizan dicha labor, desde ahora reconocida como productiva económica y socialmente.