• Telesur Señal en Vivo
  • Telesur Solo Audio
  • facebook
  • twitter
 Operación Balboa
Publicado 10 agosto 2017



Blogs


En el pensum se aclaraba: “El planteamiento del ejercicio presenta una situación ficticia, producto de la evolución de unos acontecimientos imaginarios aunque parezcan adaptados a una situación real”.

El año 2001 ocurre un hecho que los venezolanos no podemos olvidar: El plan Balboa. Fue un operativo militar orquestado por EEUU para invadir Venezuela y apoderarse de nuestras riquezas. La intención era derrocar al Presidente Chávez, quien sería suplantado por un gobierno de facto a las órdenes de la Casa Blanca que debía acabar con todo foco de resistencia popular, y acto seguido destruir el Estado y la Nación venezolana. Pero una invasión no se ejecuta sin una cuidadosa preparación y sin crear las condiciones que la hacen posible. Internamente había que hacer arder a Venezuela, crear desestabilidad y violencia, y responsabilizar al gobierno bolivariano de tener las manos manchadas de sangre. De esto se encargaría la oposición venezolana, siguiendo el mandato de EEUU. Externamente, se necesitaban aliados que estuvieran dispuestos a hacer el trabajo sucio a cambio de algunas migajas. La labor fue encomendada a tres países subordinados: España, Colombia y Panamá.

Ahora bien, ¿cómo fue orquestado el asalto a nuestro país? El operativo comenzaba como un imaginario ejercicio militar en el seno de la Escuela de las Fuerzas Armadas españolas. Éstas llevaron a cabo una actividad pedagógica que consistía en la simulación de una guerra de invasión del occidente de Venezuela desde Colombia y Panamá dirigido por USA. En el pensum se aclaraba: “El planteamiento del ejercicio presenta una situación ficticia, producto de la evolución de unos acontecimientos imaginarios aunque parezcan adaptados a una situación real”. Los cursantes debían planificar operaciones armadas por aire, tierra y mar partiendo del supuesto de que Estados Unidos junto con sus aliados facultados por la ONU invadirían Venezuela. El líder de la operación, EEUU, era identificado como el País Azul; Colombia, su peón, como el País Blanco; Panamá, con sus bases militares, como el País Cian, y Venezuela, el “Estado fallido”, como el País Marrón. Los colores no son casuales. Las simulaciones se llevaron a cabo y se consideraron todos los escenarios para estar preparados ante cualquier contingencia. Un oficial venezolano estaba haciendo el curso. Era parte de la estrategia imperial:  buscaban gente capaz de traicionar a su patria. Pero este militar era un hijo de Bolívar, se indignó por el “juego imaginario” en el que Venezuela era atacada. Vió como el puente sobre el Lago sería derribado, los aeropuertos inhabilitados, los pozos petroleros incendiados y la población masacrada. “Cuando ya estaban devastadas las bases militares del país, un avión civil surca las aguas del Caribe y es derribado. El oficial venezolano preguntó por qué, y le respondieron que allí iba el líder del país marrón. Más claro, imposible”. Las protestas del venezolano no fueron tomadas en cuenta y las clases continuaron. Cuando esto se supo en Venezuela, Chávez advirtió: “no se equivoquen, porque si algún día se les ocurre la loca idea de venir a invadirnos, aquí los haremos morder el polvo defendiendo la libertad de nuestra tierra”. Ahora, en tiempos constituyentes, llegan noticias acerca de la reactivación del Plan Balboa y de ataques a instalaciones militares. Renace también el espíritu libertario de Chávez. ¡No se equivoquen!


teleSUR no se hace responsable de las opiniones emitidas en esta sección

Comentarios
0
Comentarios
Nota sin comentarios.