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El cuestionamiento electoral de la OEA y su representante, Luis Almagro, desencadenó una crisis política y social en Bolivia.

El cuestionamiento electoral de la OEA y su representante, Luis Almagro, desencadenó una crisis política y social en Bolivia. | Foto: Prensa Latina

Publicado 21 octubre 2020



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Varias son las organizaciones, políticos y personalidades que a nivel internacional respaldan este reclamo.

Nadie pone en duda que en las recientes elecciones presidenciales de Bolivia resultara vencedor el Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Evo Morales, cuyo candidato Luis Arce encabezará próximamente el Gobierno del país suramericano.  

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Como derrotados del proceso electoral no solo aparecen los candidatos Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho; también Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), como han comentado varios analistas internacionales, figuras políticas y medios de prensa. 

El porqué de estos comentarios parten de los resultados obtenidos por el MAS, el cual se alejó con gran ventaja de las otras agrupaciones políticas que luchaban por el poder en los comicios, tal y como sucedió en 2019 cuando el conteo favorecía a Evo Morales.

Sin embargo, la intromisión de Almagro en representación del organismo internacional, cuestionó la veracidad de dicho desenlace, argumentando un supuesto fraude, cuya veracidad ha quedado en duda tras los resultados del pasado 18 de octubre.

Los cuestionamientos contra Almagro se han hecho virales en las redes sociales. Varias organizaciones, políticos, y personalidades piden su renuncia de la OEA, al tenerse en cuenta que su informe de 2019 colocó en crisis política a Bolivia durante un año. 

¿Cuál fue la postura de la OEA en las elecciones de 2019? 

El Tribunal Supremo Electoral de Bolivia (TSE) anunció previo a los comicios del 18 de octubre que no se usaría el conteo rápido de votos, lo que podría demorar la obtención de resultados preliminares y oficiales en varios días. Tal decisión fue catalogada por veedores internacionales, como la OEA, de "decisión razonable". 

Sin embargo, durante las elecciones de 2019 el organismo internacional calificó la medida como parte de "acciones deliberadas que buscaron manipular el resultado de la elección como la paralización intencional y arbitraria, sin fundamentos técnicos del Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (TREP)".

Tal argumento expuesto en el informe de la OEA de diciembre de 2019 fue usado como una de las pruebas del supuesto fraude electoral.  Además, un grupo de sus auditores expresaron que encontraron "posibles adulteraciones o manipulaciones" en 226 actas electorales, de una muestra de 4.692 revisadas. 

Asimismo, la OEA afirmó que en 2019 hubo un cambio "inexplicable" de la tendencia electoral en Bolivia, según avanzaba el escrutinio para favorecer al MAS, lo cual volvió a producirse este año. Analistas internacionales han explicado que esta peculiaridad responde al simple hecho de que los votos de los sectores rurales que apoyan mayoritariamente al MAS son los más lentos de computar. 

Por eso, tanto en 2019 como en 2020 al iniciarse el conteo, pudo darse el caso de que los votos favorecieran inicialmente a otros candidatos, lo cual iba variando a medida que se incorporaban los votos rurales que apoyaban al MAS. 

Dimisión de Almagro

Ante los hechos, diversas voces se han pronunciado desde varias organizaciones y países de América Latina, pidiendo explicaciones a Luis Almagro sobre su accionar en las elecciones presidenciales de Bolivia en 2019. 

El Grupo de Puebla emitió un comunicado en el que alega que la victoria electoral del MAS en las recientes elecciones "confirmó que no hubo fraude en las elecciones de octubre del 2019 y que Evo Morales se hubiera debido posesionar como presidente legítimo de Bolivia si la OEA, en su condición de Observador, no hubiera desconocido dichos comicios".

A su vez, expone que el cuestionamiento electoral del organismo "desencadenó una situación de violencia política y social que terminó en un golpe de Estado y la posterior renuncia del presidente Evo Morales, quien así preservó la paz social y salvó su vida, con el apoyo del Grupo de Puebla, exiliándose en México y después en Argentina", agrega el texto.

Por su parte, el director del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), Alfredo Serrano, señala que "jamás hubo fraude" al analizar las supuestas irregularidades encontradas por la OEA en 226 actas de esos centros de votación.

En una tabla publicada en su cuenta oficial de Twitter, Serrano presentó la comparación de las votaciones en los recintos de votación cuestionados por la OEA en 2019, ubicados en los departamentos de Potosí, Cochabamba, Chuquisaca, Santa Cruz, Oruro y La Paz.

En la tabla se expone que en la mayoría de los centros electorales la votación a favor del MAS en 2020 fue mayor que en la jornada de hace un año. En 2019 fue de 91,6 por ciento, mientras que en los comicios de este 2020 el respaldo crece hasta el 97 por ciento.

También el Gobierno de México ha sugerido a Luis Almagro que renuncie a su cargo de por "lastimar" la democracia en Bolivia, lo que generó la salida del país de Evo Morales.

"México sugiere al señor Luis Almagro someterse a un proceso de autocrítica a partir de sus acciones en contra de la Carta de la OEA y por lastimar la democracia de Bolivia, para determinar si aún cuenta con la autoridad moral necesaria para encabezar esta organización", expresó el subsecretario mexicano para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes.

"Almagro utilizó de manera facciosa a la Misión de Observación Electoral para denunciar un supuesto fraude, nunca comprobado de manera prematura", denunció el diplomático mexicano durante la intervención de México en la Asamblea General de la OEA, celebrada de manera virtual por la pandemia de la Covid-19.


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