Médicos que subieron al barco observaron que las condiciones sanitarias dentro del Open Arms son "pésimas".
Crisis de llanto y de tensión, intentos de suicidio, escenas de agresividad por la desesperación, intensificación de problemas psicológicos entre personas que fueron abusadas sexualmente en Libia, es el cuadro que se vive en el barco Open Arms luego de 16 días a la espera de un puerto seguro para desembarcar.
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Son 134 personas provenientes de países africanos las que siguen en la embarcación de la organización no gubernamental (ONG) española, que desde el jueves está frente a aguas de la isla italiana de Lampedusa.
Los refugiados, que fueron rescatados en alta mar en el Mediterráneo, son víctimas de las disputas políticas dentro del Gobierno italiano, que por un lado -encabezado por el ministro del Interior, Matteo Salvini,- rechaza acogerlos y por otro desea solucionar esta crisis humanitaria.
Existe ya un pacto entre seis países de la Unión Europea (Francia, Alemania, Rumanía, Portugal, España y Luxemburgo) para recibir a los refugiados que están a bordo de la nave española, pero Salvini -quien según analistas quiere aprovechar su popularidad entre el electorado para ser primer ministro- se niega a que atraque la embarcación.
El jefe de gobierno italian, Giuseppe Conte, quien favorece la medida humanitaria de recibir a los refugiados, criticó a Salvini acusándolo de actuar de manera desleal.
El psicólogo que está en el barco Open Arms, Alessandro di Benedetto, por su parte afirma claramente: “La situación es insostenible, corremos el riesgo de vivir una tragedia”.
El psicólogo di Benedetto, quien fue entrevistado vía telefónica por el diario español El País, contó que dentro del barco ha habido intentos de suicidio y algunos han tratado de tirarse al mar.
Son 14 días los que los refugiados han pasado en alta mar, y dos frente a las costas de Lampedusa, viendo la tierra en la cual no pueden poner los pies.
"En las últimas horas la situación, que de por sí era dramática, se ha vuelto insostenible y corremos el riesgo de vivir una tragedia”, manifestó el especialista, quien mencionó que se han registrado "comportamientos agresivos" porque quieren ya ser evacuados.
Dentro del Open Arms hay personas de diferentes nacionalidades, entre ellos sirios, magrebíes y sudaneses. "Hay gente que ha pasado por la cárcel en Libia, mujeres que han sufrido abusos sexuales y también algunos hombres", señaló di Benedetto.
Día 16.
— Open Arms (@openarms_fund) August 17, 2019
El mundo es testigo de la pesadilla que les ha tocado vivir a las 134 personas que soportan la espera en la cubierta #OpenArms
Solo la falta de voluntad de los despachos que toman decisiones les aparta de un puerto seguro.#PuertoSeguroYa pic.twitter.com/ICnnZBWzXe
Un informe elaborado por médicos del Cuerpo Italiano de Socorro de la Orden de Malta definió las condiciones sanitarias dentro del Open Armas como “pésimas”.
“Los espacios del barco no son idóneos para albergar a un número tan grande de personas”, reza el reporte firmado por la doctora Katia Valeria Di Natale y por el enfermero Daniele Maestrini, según informó la agencia de noticias italiana Ansa.
“Los náufragos viven hacinados los unos sobre los otros, no hay posibilidad de moverse, solo hay dos baños y a menudo los inmigrantes se ven obligados a hacer sus necesidades fisiológicas en el mismo espacio en el que duermen y comen”, consignó el informe.