Los padres estadounidenses de 13 hermanos que fueron golpeados y encadenados durante un período de ocho años de malos tratos, inanición y encierro, fueron imputados de 38 cargos de tortura, falso encarcelamiento, abuso y acto lascivo.
La información la dio a conocer el fiscal de distrito Mike Hestrin del condado de Riverside, en California (oeste de EEUU), quien expresó que los casos de abusos fueron cada vez más graves al pasar el tiempo.
"Puesto que el castigo comenzó muchos años atrás, ellos (los niños) comenzaron a ser atados primero con sogas; estos acusados pasaron luego a usar cadenas y candados para mantener a sus víctimas sujetas en las camas", reveló Hestrin.
Ambos, esposados de manos y pies, se declararon no culpables de todos los cargos en una audiencia en la que se mostraron tranquilos y a la que (a pedido de sus abogados) se presentaron vestidos de negro y no en uniforme de presidiario.
La próxima audiencia en la corte será el próximo 23 de febrero. Su fianza fue fijada en 12 millones de dólares para cada uno.