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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump se dirigirá el próximo martes a la nación al pronunciar por primera vez el discurso del “Estado de la Unión” en el cual hablará sobre los logros de su administración en el 2017.
Donald Trump ha basado parte de su política económica en su slogan de campaña “the great american again” “Hagamos América grande otra vez”, con el cual ha justificado el proteccionismo, restricciones a las productos extranjeros y su posición contraria a los acuerdos económicos.
La salida de EE.UU. del Acuerdo de París y el abandono de iniciativas comerciales como el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, un área de libre comercio que integran Japón, Vietnam, Chile, México, Perú, Australia, Brunei, Canadá, Nueva Zelanda, Singapur y Malasia son muestras de la agenda económica.
Slogan contra los migrantes
Analistas han coincidido que "the great american again” calo en un sector de la población blanca quien vio en el mensaje electoral una reivindicación social y económica.
El lema ha contado con la aceptación de sectores radicales y supremacistas blancos, así como en la clase media trabajadora quien acusa a los migrantes de apropiarse de los puestos de trabajo.
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Al principio del Gobierno de Trump se hicieron frecuentes las manifestaciones de estos grupos quienes pedían la expulsión de los inmigrantes.
A pesar de las medidas contra los migrantes que ha tomado Trump la mayor visibilidad del "the great american again" se ha reflejado en la agenda económica.
Slogan económico
De acuerdo al artículo Por qué en EE.UU. hay Trump para mucho tiempo de Vicenç Navarro, El presidente de EE.UU. es un personaje bastante representativo del mundo empresarial especulativo que conjuga una enorme ignorancia de la política internacional, un desdén hacia el mundo intelectual y mediático.
La política económica de Trump responde a su faceta empresarial ya que está gobernando como un plutócrata al servicio de los intereses económicos dejando de lado a gran parte de su electorado.
Usando de argumento de "the great american again", la administración Trump ha impuestos fuertes aranceles a los productos y bienes especialmente de origen asiático y chino.
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El pasado 15 de enero impuso aranceles a los paneles solares y a las lavadoras, bajo el mismo discurso, pero protegiendo así a la industria petrolera con la que tiene relaciones estrechas y financiaron parte de su campaña electoral.
La administración Trump ha abierto casi la totalidad de las aguas costeras de Estados Unidos a la exploración de gas y petróleo, incluyendo varias zonas protegidas del Ártico y el Atlántico.
Ha derogado la ley para reducir progresivamente las emisiones contaminantes de la industria. Ha dado vía libre al metano y ha acabado con el intento de obligar a las compañías de ‘fracking’ a hacer públicos los químicos que utilizan al perforar la tierra.
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En diciembre se aprobó una reforma fiscal que contempla la mayor reducción de impuestos en los últimos 30 años en EE.UU.
La ley establece reducción de impuestos para las personas, pero solo hasta 2025; y un recorte permanente, para las corporaciones, de entre 21 a 35 por ciento.
A grandes rasgos se observa que detrás de "the great american again" existe el interés económico de los grandes grupos empresariales quienes colaboraron en la campaña presidencial del multimillonario Trump.
