Durante junio, el Amazonas tuvo el mayor número de incendios registrado desde 2017.
La deforestación en el Amazonas ha alcanzado un nuevo récord este viernes, al llegar a los 1.034 kilómetros cuadrados en la región amazónica. Este indicador sucede en medio de la creciente militarización de la zona, por parte del Gobierno de Jair Bolsonaro.
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Según reportes de medios locales, el Gobierno brasileño continúa invirtiendo dinero en ubicar a las Fuerzas Armadas en la región.
Del fondo de unos 186.755.300 dólares, encaminados a reducir la deforestación en el Amazonas, creado después del acuerdo de Lava Jato, el Ministerio de Defensa destina más de la mitad a los gastos militares.
El monto es varias veces el presupuesto de Ibama, el principal organismo de inspección ambiental, que recibió 9.343.698 de dólares.
Jair Bolsonaro retiró del Inst. del Medio Ambiente (Ibama) el poder de fiscalización en la Amazonía. Ahora gasta 10 veces más recursos con los militares, que no impiden la deforestación: junio fue el mes con más incendios en 13 años en la amazonía. #Brasil https://t.co/uDDOHTJTDc pic.twitter.com/OYRTEDOHM1
— André Vieira (@AndreteleSUR) July 9, 2020
La opción del Gobierno federal para el personal militar que inspecciona carreteras y ríos, aprobada por la Garantía de la Ley y el Orden (GLO) para la región, es más costosa que las medidas comunes adoptadas por Ibama, indican medios brasileños.
Asimismo, se señala que la administración de Bolsonaro no desglosa los gastos de las Fuerzas Armadas en GLO. Sin embargo, según el presupuesto de la operación, actualizado a fines de mayo, es posible verificar que al menos 97.500.000 de dólares del fondo estén separados para el Ministerio de Defensa en 2020.
Mientras tanto, Ibama tiene problemas con la escasez de personal y en 2020 se encamina hacia un nuevo récord: aplicar la menor cantidad de multas en más de diez años.