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Venezuela denunció en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) la ruptura institucional que se mantiene en Libia luego de la intervención militar de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) en 2011, cuyas consecuencias “se extienden hasta el dia de hoy con el saldo lamentable de un país desmembrado y presa de grupos terroristas y una población sedienta de paz y tranquilidad”.
Durante la sesión de discusión sobre la situación en Libia, el embajador de Venezuela ante el organismo, Rafael Ramírez, reiteró el apoyo de Venezuela para alcanzar una solución política en Libia “y que la paz retorne al hermano pueblo africano”.
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Aseguró que la implementación de un diálogo político incluyente y el establecimiento de un Gobierno de unidad nacional son las bases de un Estado de derecho con instituciones judiciales sólidas que garanticen la promoción y el respeto de los derechos humanos, incluidos los principios internacionales del debido derecho, el derecho a la defensa y la presunción de inocencia.
En este sentido, abogó por la aplicación por parte de Libia de la resolución 1970 que establece la obligación de dar cooperación con la Corte Penal Internacional (CPI) para el enjuiciamiento a Saif al Islam Gadafi, segundo hijo del líder libio Muamar el Gadafi, bajo el respeto de sus derechos humanos.
Insistió que bajo la situación de ruptura institucional que se viven en esa nación, no es posible hablar de la aplicación de la justicia igualitaria.
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