La Unión Europea acusó a Grecia de carecer de controles en sus fronteras y amenazó con suspender la libre circulación de personas en la zona y excluir al país si no evita la entrada masiva de refugiados.
"Si no se toma la acción necesaria y las deficiencias persisten, hay una posibilidad de (...) permitir que los Estados miembros cierren temporalmente sus fronteras", advirtió el vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Valdés Dombrovskis.
La UE alega que Grecia ha descuidado seriamente sus obligaciones ante los estados de la zona Schengen y que a causa de su negligencia hay un flujo desmedido de refugiados queriendo ingresar a Europa, lo cual constituye la peor crisis migratoria desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Ministros del bloque realizaron una visita “sorpresa” en noviembre pasado a la frontera entre Grecia y Turquía, y detectaron “varios incumplimientos: falta de identificación o registro eficaz de migrantes irregulares y que no se comprobaban los documentos de los migrantes con las bases policiales para saber si son falsos o robados, entre otros”, recalcó Dombrovskis.
En ese sentido, dio al Gobierno heleno un plazo de tres meses para corregir tales problemas mediante “el despliegue de más equipos de guardacostas europeos y un nuevo plan”.
Si Atenas no ataca las instrucciones de la UE, podría activar el artículo 26, que establece la prolongación de controles fronterizos en la zona de Schengen durante seis meses o hasta un máximo de dos años.
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El pasado sábado, la ministra austriaca del Interior, Johanna Mikl-Leitner, sugirió a la UE sacar a Grecia del Schengen si no controla el flujo de solicitantes de asilo que cruzan a Europa a través de sus fronteras.
“Si Atenas no logra hacer algo para asegurar sus fronteras exteriores, entonces nosotros tendremos que poner sobre la mesa una expulsión temporal de Grecia del área Schengen”, ha declarado en una entrevista publicada por el diario alemán ‘Welt Am Sonntag’. “Es un mito decir que su frontera con Turquía no se puede controlar”, subrayó la ministra.