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La Unión Europea (UE) insiste en presionar a Grecia para que refuerce los controles en su frontera con Turquía, a fin de disminuir el flujo de refugiados y proteger la zona Schengen.
Austria sugirió hace semanas que se estudiase la posibilidad de excluir a Grecia de la zona de libre circulación de personas, si no evita la entrada de solicitantes de asilo.
"Si no se logra asegurar las fronteras externas europeas como la turca-griega, entonces la frontera externa Schengen tendrá que retirarse hacia Europa Central", amenazó hoy la ministra del Interior austriaca, Johanna Mikl-Leitner, previo a la reunión de ministros de la UE en Ámsterdarm para debatir una respuesta a la crisis.
Grecia se ha convertido en la entrada principal para la mayoría de los refugiados. Cientos de ellos, provienen de Turquía y de allí continúan su ruta por la región de los Balcanes hasta llegar a las naciones del norte de Europa.
La UE acusa al gobierno de Atenas de permitir el movimiento de los refugiados por su territorio sin ningún tipo de control y exige que despliegue patrullas en su frontera con Turquía, que es la exterior de la zona Schengen, integrada por 26 países.
"Se le está pidiendo a Grecia que haga todo lo posible para utilizar sus recursos (...) para asegurar su frontera externa (...) Es un mito pensar que la frontera greco-turca no puede ser asegurada. La Marina griega tiene capacidad suficiente para protegerla", agregó Mikl-Leitner.
Por su parte, el ministro del Interior alemán, Thomas de Maizière, advirtió a Atenas que tiene que hacer sus deberes. "Necesitamos un descenso duradero, sostenido y sensible del número de refugiados e incluso que sea visible en las próximas semanas", señaló, tras acotar que no descarta la exclusión del país de la zona Schengen.
Atenas criticó la expresión "hacer los deberes", y alegó que “no es nada fácil” imponer controles al gran número de refugiados que llegan al país.
El Gobierno ha resaltado que controla sus fronteras pero que no deja "que se hundan botes de refugiados y se ahoguen mujeres y niños". La guardia costera ha rescatado en los últimos meses a 104 mil personas.
Oros ministros de la UE rechazaron la idea. "No creo que debamos hacerlo", defendió el viceprimer ministro luxemburgués, Etienne Schneider. "En ningún caso debemos abandonar Schengen, sería el fin de la UE", coincidió el ministro del Interior italiano, Angelino Alfano.
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