Tras más de cien asesinatos, Santos se "compromete" a dar garantías a líderes sociales

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, declaró este viernes que su Gobierno trabaja en tres pasos fundamentales para la continuidad de la paz en su país, entre ellos, la seguridad de los líderes y excombantientes de la Fuerza Armada Revolucionaria de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP).

No obstante, en declaraciones anteriores aseguró que "no hay un patrón" para afirmar que "hay una política sistemática" de asesinatos de líderes sociales, sin embargo, en lo que va de 2017, las organizaciones de derechos humanos han denunciado más de cien crímenes contra este sector. 

Santos emitió estás declaraciones en una conferencia de prensa en conmemoración a la firma del Acuerdo de Paz, reunido junto a diferentes personalidades desde el Teatro Colón, ubicado en la capital colombiana.

Según el mandatario colombiano, espera liberar en un 50 por ciento los territorios minados en el país antes de finalizar su periodo de Gobierno.

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Desaparecer los cultivos y la erradicación de los problemas derivados de las drogas es otro de los flagelos que el dignatario destacó como parte del trabajo de su Gabinete para mantener la paz.

"Para conciliar un proceso de paz es difícil saber dónde trazar la línea entre justicia y paz, porque siempre habrán inconformes en ambos lados, con el Acuerdo de Paz encontramos un equilibrio", expresó Santos al referirse al fin del conflicto en territorio colombiano.

Las quejas por el incumplimiento del acuerdo de paz por parte del Gobierno van en aumento. A un año de firmado el acuerdo de paz, los campesinos denuncian que se mantiene la política de erradicación forzada. 

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El mandatario admitió que la continuidad de los acuerdos en el proceso de paz ha sido un proceso lento, aunque considera que terminaran los plazos lo antes posible. Sin embargo, lo previsto dentro del marco del Acuerdo de Paz no se ha cumplido en su totalidad, los cultivos de drogas han aumentado significativamente, además de la muerte de los líderes y exinsurgentes de las FARC-EP.

La dejación de las armas se convirtió en un hecho que redujo los niveles de violencia. Otro de los lineamientos que se cumplió fue la creación del nuevo partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC).