El noruego, Anders Breivik, que en julio de 2011 asesinó a 77 personas tras perpetrar un ataque terrorista en Oslo y la isla de Utoya, dijo este viernes que renunciará a la violencia y pedirá disculpas a sus víctimas, si la coalición conservadora que gobierna el país le permite formar un partido fascista-democrático.
Breivik, quien se encuentra pagando 21 años de cárcel por el atentado de Utoya, envió una carta al Ministerio de Justicia para que le conceda formar su Partido Fascista Noruego (NFP) y la Liga Nórdica (NL) para poder dejar que pensar en próximas agresiones neonazis.
El terrorista asegura que los ataques contra un edificio en Oslo que dejó ocho personas muertas y el bombardeo de Utoya, justo cuando el Partido Laborista realizaba un campamento de verano para adolescentes, fue en reivindicación de la resistencia al multiculturismo y a la invasión musulmana en el país.
Su estigma ideológica es neonazi, puesto que siguió al Partido Demócrata, de raíces ultraderechistas tras su descontento y salida del Partido Progresista (Frp) y la alianza Conversadora en 2006.
En Noruega, los reos conservan todos los derechos civiles sea cual sea su condena, pero no permite tramitar otros asuntos que no sean judiciales desde la cárcel. Breivik, asegura que los guardias han confiscado sus cartas y documentos con lo que firma para formar su partido, versión que las autoridades han desmentido.
La justicia noruega reiteró que Breivik no será puesto en libertad porque se le considera una amenaza para la sociedad.