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El presidente de Brasil, Michel Temer, admitió este miércoles que en el 2011 viajó con su familia en un avión privado del empresario Joesley Batista, dueño de la multinacional JBS, quien lo acusa de corrupción.
Para el momento, Temer ocupaba la vicepresidencia y queda desmentida la versión de la Secretaría de Comunicación Social de la presidencia, que alegó que en ese viaje se utilizó un avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB).
Brasil ha sido escenario del múltiples protestas que exigen la renuncia de Temer, luego de que se divulgaran grabaciones del mandatario aprobando un soborno al expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, para que no revelara detalles de la trama de corrupción de Petrobras.
Joesley Batista visitó a Temer en su residencia oficial en Brasilia el 7 de marzo, portando un aparato de grabación escondido, como parte de un pacto con la Fiscalía, con la intención de registrar su confesión sobre el dinero dado Cunha.
En uno de los dos audios divulgados se escucha a Temer hablando con Batista y dándole su autorización para el pago de dos millones de reales (637.000 dólares) para comprar el silencio de Cuhna, preso por corrupción en Petrobras.
El testimonio de Batista y los audios presentados ante la Fiscalía forman parte de su contribución para la reducción de la condena en su contra.
Michel Temer es investigado por la Corte Suprema por corrupción pasiva, obstrucción a la justicia y asociación para delinquir.
