Organizaciones sociales de Brasil, el Movimiento de Trabajadores Sin Tierra y sindicatos rechazan esta propuesta porque la consideran un gran retroceso en los avances logrados con la presidenta electa, Dilma Rousseff.
El Gobierno del presidente interino de Brasil, Michel Temer, anunció este martes que la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC - 287) enviada en diciembre de 2016 al Congreso se limitará solo al sector público de ese país.
Según Temer, la medida se justifica en la autonomía de los estados federales que buscan fortalecer así el principio de la unión.
Temer manifestó que el resultado de la medida sobre las pensiones a jubilados se decidió luego de numerosas conversaciones con líderes de la Cámara de Diputados y el Senado Federal de ese país.
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La propuesta fue anunciada poco después que el Senado Federal aprobara crear una Comisión Especial de Investigación (CPI) para esclarecer si existe o no el déficit alegado por Temer para sustentar la PEC - 287.
La solicitud de crear la CPI fue realizada por el senador Paulo Paim, del Partido de los Trabajadores (PT), y recibió el apoyo de 57 parlamentarios, lo que representa más del 70 por ciento de los miembros de la Cámara Alta.
El propósito de la CPI, según Paim, será investigar la contabilidad y la situación fiscal del sistema de jubilaciones y demostrar al Gobierno interino de Temer que no existe ningún déficit en las cuentas de la seguridad social y que, por el contrario, hay superávit fiscal.
De acuerdo con el ministro de Finanzas brasileño, Henrique Meirelles, la reforma no es una opción, sino una necesidad ante el déficit creciente de la seguridad social; un argumento que tanto la oposición como parte de la propia base aliada al Gobierno de Temer consideran una falacia.
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