Samsung confirmó este lunes la suspensión de la producción y venta del Samsung Galaxy Note 7 mientras se investiga la causa que provoca la explosión de los teléfonos inteligentes, incluso, los modelos de reemplazo.
La decisión se tomó tras el incendio de ocho aparatos entregados a consumidores en Corea del Sur, EE.UU. y Taiwán para reemplazar los modelos afectados por una retirada global que ha incluido 2,5 millones de unidades debido al miedo de que los teléfonos se prendieran al cargarlos.
Varias estimaciones de analistas situaron en 802 millones de euros (898 millones de dólares) el costo que la retirada masiva del Galaxy Note 7 acarrea para el gigante surcoreano.
En contexto
El 2 de septiembre, a un mes de la presentación del Galaxy Note 7, se suspendieron las ventas del Note 7 y Samsung ordenó un reemplazo general. Se les pidió a los usuarios que cambiaran inmediatamente su Galaxy Note 7 por uno nuevo en su concesionario más cercano.
El 30 de septiembre se renovó la venta del teléfono en ciertas regiones con una nueva batería denominada por algunos como "Note 7s" . Sin embargo, el pasado 6 de octubre se reportó que un vuelo de la aerolínea Southwest fue evacuado por la presencia de humo producido por un Galaxy Note 7.