El Gobierno de Tailandia ordenó el pasado jueves cerrar 330 salidas de agua del río Chao Phraya con el fin de asegurar el suministro de agua a la población.
El Departamento de Irrigación de Tailandia mantuvo este sábado la suspensión de bombeo de agua dirigida a los campos de cultivo, con el propósito de enfrentar una de las peores sequía en muchos años, pese a las protestas de los campesinos.
Dicho departamento sólo permite canalizar agua para suministrar a la población durante tres días en las áreas del norte del país, una de las más afectadas.
Más de 300 agricultores protestaron el viernes en la provincia Ayutthaya (centro) para exigir los servicios de irrigación, sin embargo, las autoridades rechazaron las demandas y enviaron soldados al lugar de la manifestación.
Lea también: Gases de efecto invernadero alcanzan cifra récord
Cientos de agricultores de varias provincias de la región central instalaron junto a varios ríos adyacentes canales con bombas de agua, con el fin de extraer el líquido para regar sus cosechas, en su mayoría arroz, destacó el diario Bangkok Post.
Por su parte, el Gobierno suspendió el bombeo de agua con fines agrícolas a inicios de la semana, con el propósito de asegurar el agua destinada al consumo familiar. La decisión se estableció luego de que varias zonas de Bangkok (capital de Tailandia) y provincias aledañas enfrentaban riesgo de salinidad (exceso de sales).
Lea también: