El Senado brasileño aprobó este martes el texto de la polémica reforma laboral con 50 votos a favor, 26 en contra y una abstención.
La ley es impulsada dentro del programa de ajustes del presidente de facto Michel Temer y ha provocado numerosas protestas sociales en los últimos meses.
Los acuerdos entre empresas y trabajadores prevalecerán sobre la ley en aspectos como fijación de vacaciones, flexibilización de la jornada laboral, participación en el lucro y los resultados, descanso para el almuerzo, estructuras de cargos y salarios y banco de horas (acumulación de horas de trabajo para una posterior reducción de la jornada laboral), son algunas de las modificaciones.
El fondo de garantía de tiempo de servicio (un ahorro que se conforma con un aporte mensual), el salario mínimo, el aguinaldo, el subsidio por desempleo, los beneficios previsionales y la licencia maternal, son consideradas innegociables.
Más temprano, senadoras opositoras interrumpieron la votación de la reforma por considerarla un despiadado ataque contra los derechos de los trabajadores brasileños.
Hubo ocupación de la sesión, corte de luz, barrera a la entrada de sindicalistas; por 50 a 26 el senado aprueba la reforma laboral de Temer. pic.twitter.com/eQI9D5Ii3b
— Nacho Lemus (@LemusteleSUR) 11 de julio de 2017
La protesta estuvo encabeza por las senadoras Gleisi Hoffmann, Fátima Bezerra, Regina Souza y Angela Portela, del Partido de los Trabajadores (PT), quienes ocuparon la mesa del pleno e impidieron que el presidente del Senado, Eunicio Oliveira, iniciara la sesión extraordinaria prevista para votar el proyecto de ley (PLC 38) que modifica más de 100 párrafos de la Consolidación de las Leyes del Trabajo (CLT).