Los manifestantes exigen respuestas a las empresas salmoneras y solicitan la actuación del Gobierno.
Las protestas en defensa de los pescadores artesanales de la isla de Chiloé, al sur de Chile, se intensificaron en los últimos días.
Los manifestantes exigen que las empresas salmoneras respondan ante esta crisis que ha convertido al archipiélago en un gigantesco centro de contaminación y, además, piden al Gobierno que no los abandone.
La situación dejó a los pescadores sin sustento porque la presencia de la marea roja les impide extraer pescado y mariscos.
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En la jornada de solidaridad de este lunes los ciudadanos recorrieron el Paseo Ahumada en Santiago de Chile. La actividad se repitió en las ciudades de Valparaíso, Temuco, Valdivia, Osorno y Puerto Montt.
Días atrás la presidenta Michelle Bachelet hizo un llamado para que el gremio deje a un lado las protestas y se siente a negociar con el Ejecutivo, pero las movilizaciones siguen.
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En declaraciones ofrecidas este martes, el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, dio detalles sobre las últimas negociaciones llevadas a cabo y manifestó que se tiene que actuar de manera responsable.
"Hemos dicho que tenemos que ir en ayuda de los damnificados por marea roja, es decir, tiene que haber un límite de negociación, no puede ser que cada vez que uno se sienta a negociar existan nuevos puntos", dijo en referencia a las nuevas peticiones de los pescadores que incluyen un bono por fin de conflicto.
En contexto
El 80 por ciento de la población de Chiloé vive de los productos que extrae del mar. Los pescadores llevan ocho días de protestas por la presencia de la marea roja.
Luego de que las microalgas contaminaran las aguas de la región, la pesca fue prohibida y el Estado les otorgó un bono mensual de 150 dólares, monto que los pescadores califican de insuficiente.
El gremio bloqueó las rutas de acceso a la isla y exige que se priorice la ayuda en la isla porque no pueden ejercer el oficio que mayormente realiza la comuna de Chiloé.
El efecto conocido como marea roja −producido por microalgas que son el alimento de varias especies marinas como los moluscos y que al ser consumidos por estos pueden provocar problemas de salud−, ha alcanzado niveles inimaginables en esa zona de Chile. Autoridades informaron que los niveles de intoxicación están sobre el 750 por ciento del límite existente y por esta razón la isla fue decretada zona de catástrofe.