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#SayHerName: El movimiento contra la violencia para todas las mujeres negras

#SayHerName: El movimiento contra la violencia para todas las mujeres negras

Publicado 25 noviembre 2016



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Lo que comenzó con la intención de revelar las formas de violencia policial sexista que experimentan de manera desproporcional las mujeres negras, ha evolucionado en un llamado de atención por el impactante número de asesinatos de mujeres transgénero.

Mientras Michelle Lee Shirley conducía a toda velocidad por la autopista, las bolsas de aire de su estropeado automóvil se inflaban gracias a sus movimientos erráticos. Algunos transeúntes la observaban asombrados, mientras otros contactaban a la policía para advertir sobre una conductora imprudente en las calles de Torrance, California.

Al llegar a la escena, los policías persiguieron a Shirley a corta distancia, para luego embestir su Sedan. Cuando finalmente se detuvo fue rodeado por una barricada de oficiales y patrullas policiales. Mientras le apuntaban con sus armas, Shirley, en retroceso, se precipitó contra una de las patrullas, luego aceleró y chocó contra otra de frente.

Varios policías abrieron fuego y las balas que perforaron las ventanas de su auto la mataron en el acto. Shirley, quién sufría de un desorden bipolar, era madre y también licenciada en derecho. Justo el 1ro. de noviembre su caso se convertiría en el más reciente asesinato contra mujeres negras a manos de uniformados, este es el onceavo caso en lo que va de año. En la letanía de personas negras asesinadas por las autoridades, el caso de Shirley se volvió otro hashtag en las redes sociales; su muerte fue lamentada en los tweets ornamentados con su nombre.

Un mes antes de este incidente, en el otro lado del país, un infante de 5 años de edad manejaba su bicicleta por un vecindario en los suburbios del este de Cleveland, Ohio. Mientras pasaba frente a una de las cocheras del barrio, se quedó petrificado por lo que tuvo que contemplar: una mujer, vestida únicamente con su ropa interior y con manos y pies atados por bolsas plásticas, tenía una herida de bala en el pecho.

Se trataba de Brandi Bledsoe, la mujer transgénero número 23 en el índice de asesinatos de la misma clase ocurridos este año en Estados Unidos; el año más mortífero jamás registrado con este tipo de violencia. Cabe destacar que, en comparación con todos los que se han venido registrando, este asesinato no ha sido el más brutal.

Ella no era famosa, ni poderosa y definitivamente no era rica, pero su muerte ensombreció la vida de aquellos que la amaban y a su vez puso en relevancia la increíble y atroz violencia que amenaza a las mujeres negras transgénero.

“Esto es alarmante” declaró para teleSUR Elle Hearns, la Coordinadora de la Organización Comunitaria Black Lives Matter, y antigua organizadora de GetEQUAL. “Es realmente una epidemia”, afirmó en torno a los hechos violentos.

En efecto, esta epidemia de violencia contra las mujeres de color en los Estados Unidos (promulgada por el Estado y orientada a un sexo en específico) impulsó el movimiento #SayHerName, una proclama para centrar la atención en la población que enfrenta un auge en la tragedia, tanto por su raza como por su género; un problema usualmente ignorado.

Lo que comenzó con la intención de revelar las formas de violencia policial sexista, que experimentan de manera desproporcional las mujeres negras, ha evolucionado en un llamado de atención por el impactante número de asesinatos de mujeres transgénero.

 

Inicios para deshacer el olvido

La campaña fue oficialmente lanzada el 20 de mayo del 2015, cuando el Foro de Política Afroamericana, el Centro de Interseccionalidad y la cátedra de Políticas Sociales de la Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia, junto a otras 20 organizaciones locales fueron los anfitriones para la vigilia en memoria de las mujeres y niñas negras asesinadas por la policia, en la plaza Union Square de Nueva York, bajo el nombre #SayHerName (di su nombre). El mismo mes, este contingente publicó un informe sobre el evento, llamado Di su nombre: Resistiendo la brutalidad policial en contra de las mujeres negras.

Kimerble Crenshaw, afamada feminista quién acuño el término interseccionalidad en los años 80, sigue resaltando el hecho de cómo el racismo y el sexismo arremetieron contra las mujeres negras décadas atrás. Como defensora activa del movimiento #SayHerName, Crenshaw emplea una eficaz estrategia en los eventos públicos: ella le pide a todos los participantes mantenerse de pie hasta que escuchen el nombre de un desconocido. A continuación, ella procede a relatar los nombres de las víctimas asesinadas por la policia, como Eric Garner, Michael Brown, Tamir Rice, Freddie Gray y Trayvon Martin.

“En este punto prácticamente nadie se ha sentado” expresa Crenshaw. “Luego, comienzo a nombrar a Natasha McKenna, Tanisha Anderson, Michelle Cusseaux, Aura Rosser, Maya Hall. Cuando llego al tercer nombre, casi toda la audiencia se ha sentado. Para el quinto nombre, las únicas personas que se mantienen de pie son aquellas que trabajan para nuestra campaña”.

Para la educadora y activista, Taylor Nichole Johnson, el sentimiento de olvido e invisibilidad es casi igual. “‘Las mujeres negras también son asesinadas por la policia’. No puedo describir cuantas veces he recibido miradas atónitas cuando hago esta declaración, incluso en las zonas activistas. Ocasionalmente me encuentro con algunos asentimientos, pero abrumadoramente hay apatía. Me voy de allí con un mal sabor, preguntándome ‘¿dónde están las protestas en nombre de mis hermanas?’ y ‘¿quién va a pelear por mi vida?’ describe Taylor. “Las niñas y mujeres negras, en todas nuestras complejidades, hemos sido eliminadas de la amplia narrativa que existe sobre el terrorismo policial y el linchamiento moderno de este país”, añade.

En efecto, un resurgiente movimiento de justicia racial ha desencadenado una ardiente furia alrededor del país. Las personas continuan mobilizándose contra la violencia policial y contra el racismo hacia los negros; fenómeno que se ha destacado más desde prolífico asesinato del adolescente Michael Brown en agosto del 2014, bajo el estandarte de Black Lives Matter.

Pero la violencia hacia las mujeres de color (incluyendo las transgénero) continua inmersa en un rotundo silencio.

“Las mujeres negras que son golpeadas, sexualmente abusadas y asesinadas por la autoridades policiales son notoriamente olvidadas” explica el informe del Foro de Política Afroamericana. “Cuando los altercados con la policía son distintos (en cuanto a raza, género, identidad de género y orientación sexual) las mujeres negras son invisibles”.

“Las mujeres negras han desempeñado siempre un papel de liderazgo en las luchas contra la violencia estatal (desde el Ferrocaril Subterráneo, el movimiento antilinchamiento, la lucha por los Derechos Civiles, el movimiento del Poder Negro hasta el más reciente Black Lives Matter) y aún así, las formas de victimización que ellas enfrentan a manos de los policías son siempre dejadas de un lado por los movimientos sociales”, agrega.

Una normalización de los hechos por parte de las autoridades

Y aunque este tipo de violencia sea normalmente llevada a cabo a manos de los policías, cuando no lo es, “las mujeres negras tienen menos probabilidades de ser protegidas (por las autoridades) cuando se les asesina, golpea o abusa por parte de sus compañeros o por los miembros de su comunidad”, afirma el informe.

Esta inacción aplica especialmente tanto a las víctimas de violencia doméstica como a las mujeres transgéreno. De hecho, el sistema judicial es por sí solo una barrera enorme que contiene la violencia contra los transgéneros. Incluso aunque estos no hayan procedido con actos de defensa propia que podrían ser penalizados, las personas transgénero que reportan haber sido victimas de la policía, bien sea por abusos sexuales o físicos, enfrentan el riesgo de ser hostigados e intimidados por las autoridades policiales.

La Coalición Nacional de Programas contra la Violencia considera que las personas transgénero de color, incluyendo a los latinos, son seis veces más propensos a experimentar violencia física por parte de la policía que el resto de la población.

Reestructuración

Es por esto que para Hearns, la solución a dicha epidemia no es una mera transferencia de recursos, sino el desmantelamiento de los sistemas que ignoran y perpetúan esta violencia.“Tiene que haber una larga discusión sobre el desmantelamiento del racismo contra los negros, del racismo de género y la transfobia”, explica a teleSUR. “Y también sobre los organismos que sistemática y estructuralmente no prestan atención a esto ni establecen medidas contra esta violencia”.


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