Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se reunirán el próximo 9 de agosto en San Petersburgo, en busca de normalizar las relaciones entre ambos países.
Desde noviembre de 2015 las relaciones entre ambos estados están tensas, cuando el ejército turco derribó un avión ruso que participaba en las operaciones en Siria.
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A partir de esa fecha, Putin y Erdogan hablaron por primera ver en junio pasado vía telefónica, y el Gobierno ruso levantó las sanciones impuestas contra el sector turístico turco.
De ahí que el encuentro en territorio ruso será el primero cara a cara entre los dos líderes desde que Moscú y Ankara empezaron a mejorar sus lazos.
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El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, explicó que se propuso San Petersburgo como una de las opciones para celebrar la cumbre y que la parte turca la aceptó.
Según el propio Peskov la agenda de ambos líderes no está aún cerrada y aseguró que no faltarán temas para la misma, los cuales serán concretados durante la visita a Moscú de una delegación encabezada por el viceprimer ministro de Turquía, que comienza este martes.
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Putin llamó a Erdogan el 17 de julio pasado, un día después de que las fuerzas de seguridad reprimieran la intentona golpista en ese país, y le aseguró al presidente turco que “Rusia considera inaceptables los actos anticonstitucionales y la violencia, y espera la restauración del orden y la estabilidad en Turquía”.
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