La recién electa presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, señaló el miércoles la necesidad de implementar en su segunda mandato una reforma política por medio de un referéndum o un plebiscito.
Para la jefa de Estado la recolección de siete millones de firmas a favor de reformas políticas permiten al Legislativo desempeñar su papel y ejercer su papel con la ciudadanía, en especial con los sectores sociales organizados.
Así lo confirmó la mandataria durante una entrevista en la red televisiva Bandeirantes: “todos defienden la consulta popular, ya sea en forma de referéndum o de plebiscito. Ambas tendrán como desenlace una Asamblea Constituyente. No sé de qué forma ocurrirá, pero me parece difícil que no sea con consulta popular”.
De acuerdo con la Carta Magna brasileña en un plebiscito los ciudadanos son consultados sobre cada punto de un tema determinado; lo que da opción a los participantes de responder sí o no a los planteamientos. Los resultados serían aprobados y convertidos en ley por los diputados luego de evaluar los resultados.
En el referéndum el Congreso discute y aprueba un proyecto de ley y los ciudadanos brasileños son convocados para aprobar o rechazar lo elaborado por el parlamento.