Las fuerzas policiales y militares de El Salvador refuerzan a partir de este miércoles la custodia del transporte público, carreteras y terminales para garantizar la seguridad de los salvadoreños tras el boicot a ese sector en julio último.
La medida fue anunciada en julio, cuando pandillas de la nación centroamericana, respaldadas también por elementos de la derecha, amenazaron a los trabajadores del transporte para obligarlos a la paralización del servicio.
Sin embargo, este martes el presidente Salvador Sánchez Cerén ratificó que el refuerzo de la seguridad en el área del transporte público se mantiene activo constantemente.
A propósito del XXIII aniversario de la creación de la Policía Nacional Civil, el mandatario expresó: “quiero ratificar al país que el Plan de Seguridad al Transporte se mantiene, que ahora es un plan permanente que incluye mayor presencia de elementos policiales en los buses, estaciones, terminales y también más puntos de control en carreteras y caminos”.
En contexto
Desde el 27 de julio, y por cuatro días, El Salvador vivió un paro del transporte público por amenazas de pandilleros, de los cuales 142 fueron acusados el pasado jueves por promover el boicot en este sector, Los hechos dejaron un saldo de nueve conductores muertos.
Los pandilleros fueron capturados en su mayoría cuando repartían volantes con amenazas contra los transportistas.
Para hacer frente al boicot, el Gobierno salvadoreño anunció que implementaría un plan de seguridad para evitar más hechos de violencia.