Luego de que Escocia decidiera este viernes no separarse del Reino Unido, los cambios en este país no se harán esperar tras un verdadero terremoto político, avanzando en la aplicación de reformas para conceder mas autonomía al parlamento escocés.
Los principales partidos británicos prometieron a Escocia mayores poderes, recursos y un proceso de transición de una manera rápida que se reflejará no sólo en otras partes del territorio británico, como Inglaterra o Gales, sino en toda Europa.
Ampliación de poderes
Los líderes de los principales partidos británicos, David Cameron, Ed Miliband y Nick Clegg, publicaron esta semana en un diario escocés una promesa conjunta que ahora, desde Escocia, espera ser cumplida.
Este viernes, en una declaración tras conocerse la decisión de Escocia de no separarse, el primer ministro británico, David Cameron, aseguró que esta promesa se concretará. "Los hemos escuchado", dijo en referencia a los votantes por la independencia.
El primer ministro también habló de la necesidad de que los parlamentos de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, puedan votar por sus propios asuntos, independientemente, en esas áreas.
Prepuesto del Servicio Nacional de Salud
La devolución de nuevos poderes a Escocia, referida en la prensa como "devo max", afecta a una institución en el corazón del debate: el Servicio Nacional de Salud británico o NHS.
En la carta firmada por Cameron, Miliband y Clegg durante la campaña, se incluía una promesa categórica de que la última palabra sobre el dinero que se gaste en el Servicio de Salud en Escocia sería del Parlamento escocés.
El compromiso -que Cameron asumió respetar- es una respuesta directa a las críticas del primer ministro de Escocia, Alex Salmond, quien aseguraba que la independencia era la única forma de proteger los servicios de salud de los recortes impuestos desde Londres.
La victoria de Salmond
Aunque pueda parecer una paradoja, pese la decisión de Escocia de seguir anexados al Reino Unido, muchos analistas consideran que Alex Salmond -el principal impulsor de la consulta- salió victorioso de la contienda electoral.
“Perdió, pero también ganó” han dicho los analistas al referirse que Escocia obtendrá de una u otra forma más poderes, su principal objetivo desde hace años, y el movimiento nacionalista estará más fortalecido que nunca.
Aumento de la participación
Muchos analistas aseguran que la política británica cambió en forma irrevocable tras un referendo en cuya campaña se vieron escenas que pocos imaginaban: adolescentes de ambos bandos comprometidos con sus campañas que crecieron políticamente en pocas semanas y votantes que durante años ignoraron la política y ahora se han registrado en masa.
Por primera vez los adolescentes de 16 y 17 años pudieron concurrir a las urnas.
La asistencia a las urnas fue de un 84,42 por ciento, un nivel muy por encima de las últimas citas electorales en Reino Unido registradas en 2010, donde la participación rondó el 65 por ciento.
Ahora, algunos analistas se preguntan si sucederá lo mismo en las elecciones generales previstas para 2015.