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Tsipras había considerado un gran triunfo la victoria del NO en el referendo sobre las propuestas de los acreedores.

Tsipras había considerado un gran triunfo la victoria del NO en el referendo sobre las propuestas de los acreedores. | Foto: teleSUR

Publicado 20 agosto 2015



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Alexis Tsipras asumió como ministro de Grecia con el firme propósito de evitar que el pueblo griego siguiera pagando las consecuencias de las malas decisiones de los gobiernos anteriores. Durante su mandato dio grandes pasos hacia la recuperación del país.

Alexis Tsipras llegó al poder en enero de 2015 tras la victoria del partido Syriza en las elecciones parlamentarias. La coalición liderada por él obtuvo más del 36 por ciento de los votos. Syriza prometió al pueblo griego llevar adelante un Gobierno progresista para acabar con las medidas de recorte impuestas por los Ejecutivos anteriores.

Tras su victoria, Tsipras prometió negociar la deuda griega con sus acreedores: el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE).

Sepa más→ Alexis Tsipras asume como primer ministro griego

Durante su mandato, aprobó reformas que beneficiaron al pueblo heleno, entre las que figuran el rescate del sistema de pensiones y la reapertura del canal de TV pública. Además, destaca como una de sus primeras medidas la prohibición de ejecutar hipotecas, o desahucios, de lugares de residencia que fueran la primera vivienda, para proteger a las familias griegas.

Se opuso a acatar los mecanismos de presión de la Troika europea compuesta por el FMI, la CE y el BCE, que exigían un recorte de más de 900 millones de euros en el gasto social.

Defendió el sostenimiento del sistema nacional de pensiones, alegando que el problema no radica en los gastos públicos de la nación, sino en los ingresos del país. También afirmó que el objetivo de las negociaciones era conseguir un acuerdo viable “que respetara tanto la democracia como las normas europeas” para salir definitivamente de la crisis.

Lea aquí→ La ilegítima deuda helena

En julio, Tsipras llevó a cabo un referendo para consultar al pueblo griego con el objetivo de saber si estaba o no a favor de los recortes sociales que pretendían imponer los acreedores. Esto fue un referente histórico, pues por primera vez, el pueblo griego hizo sentir su voz para decidir sobre la política económica y más del 60 por ciento de la población helena le dijo que NO a las propuestas de la troika.

Tras casi seis meses de negociación, el Eurogrupo impuso en julio su voluntad ante el primer ministro de Grecia, quien tuvo "que hacer concesiones difíciles para evitar la aplicación de los planes de algunos círculos ultraconservadores europeos". Al respecto, Tsipras precisó que el Eurogrupo presentó “un ultimátum a la República helena y al pueblo griego”, que “contraviene los principios fundadores y los valores de Europa”.

​En las negociaciones con los Gobiernos de la moneda común, Tsipras tuvo que ceder ante las exigencias de los acreedores que condicionaron el tercer “rescate” financiero a más de 40 reformas de la Constitución griega, los cuales permitirían la aplicación de los recortes sociales, además del ajuste en el Impuesto al Valor Agregado (IVA), pensiones y políticas fiscales.

​Luego de la firma del acuerdo con la eurozona, se levantaron las voces de rechazo de parte de quienes apoyaron al primer ministro griego.

Sin embargo, el Parlamento griego aprobó el acuerdo con 222 votos a favor, 64 en contra y un total de 11 abstenciones, y seguidamente lo hizo el eurogrupo, por lo que este jueves el Gobierno heleno pagó unos tres mil 400 millones de euros (tres mil 781 millones de dólares) al BCE, correspondiente a la cancelación de bonos e intereses, con el primer desembolso de 26 mil millones de euros (28 mil millones).

Ante el descontento generado por estos recortes sociales, Alexis Tsipras presentó su dimisión

En junio, Tsipras había asegurado que desde la llegada de Syriza al poder, Grecia sufre una “asfixia económica sin precedentes” por parte del BCE y el FMI, con el objetivo de doblegar al Gobierno progresista e impedirle “poner fin a la austeridad y restaurar la prosperidad y la justicia social”.


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