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El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó este miércoles en Moscú (capital) que reforzarán el sentido de Estado y superarán todos los problemas que intentan imponer desde afuera con las sanciones a Rusia tras su decisión de apoyar a Crimea.
“Vamos a superar todos los problemas que nos intentan imponer desde fuera. Crimea nos ha convertido en una nación unida. He visto un patriotismo sin precedentes. Iremos hacia adelante para reforzar nuestro sentido de Estado”, sentenció.
El jefe de Estado recordó que hace un año entendió que en el caso de Crimea lo importante no es el territorio, independientemente de su significado estratégico. “Lo que importa son los millones de vidas rusas, los millones de compatriotas nuestros que necesitan nuestra ayuda y nuestro apoyo”.
Putin señaló que las autoridades eran conscientes de que tendrían que enfrentarse a los intentos, procedentes del exterior, de imponer restricciones a Rusia a causa de Crimea, pero aunque no son fatales para Rusia, “sí impiden el trabajo rutinario".
El mandatario ruso se dirigió a miles de personas que se congregaron en la Plaza Roja de la capital a propósito del primer aniversario de la reunificación de Crimea, y señaló: “Entendimos que no se trata sólo de un territorio, se trata de los lazos históricos, de nuestros lazos estatales, que nos hace un pueblo unido. Siempre en Rusia hemos considerado que los rusos y los ucranianos son el mismo pueblo y sigo pensando así ahora”.
Aseguró que el Gobierno ruso hará todo lo necesario para que Ucrania supere ese período complicado de su historia y para que los lazos interestatales se recuperen.
En contexto
El derrocamiento del presidente Viktor Yanukovich en febrero de 2014 fue el detonante para que los crimeos pidieran reunificarse con Rusia, tras no aceptar el Gobierno interino y, posteriormente, el llamado a elecciones que ganó Poroshenko.
Con el 96,77 por ciento de los votos, Crimea votó a favor de reintegrarse a Rusia y el 18 de marzo se firmó el acuerdo de reunificación en Moscú.
Tras la firma, se suscitaron numerosas críticas por parte de Gobiernos occidentales. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, amplió las sanciones económicas contra Crimea, con la prohibición de exportación, reexportación, venta y entrega de bienes, servicios y tecnologías.
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