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Unas 100 instituciones educativas se verán obligadas a cerrar sus puertas en Puerto Rico como un sacrificio del Gobierno para contener el gasto público y ahorrar dinero a la nación.
La información fue dada a conocer por el gobernador de San Juan (capital), Alejandro García Padilla, durante su mensaje de presupuesto para el próximo año fiscal y en el cual se incluye un plan de reorganización para el sector educativo con el que se espera ahorrar más de 90 millones de dólares.
García Padilla alegó que la medida surge con el objetivo de ajustarse a la nueva realidad demográfica de la isla, que desde hace décadas pierde población tanto por envejecimiento como por el éxodo de puertorriqueños hacia, principalmente, Estados Unidos (EE.UU.) en busca de mejores oportunidades laborales.
Asimismo, el gobernador anunció en su mensaje de presupuesto que los servicios de transporte escolar pasarán a la gestión de los municipios.
Por su parte el secretario del Departamento de Educación, Román Meléndez, dijo -para justificar los cierres- que en los últimos años se habían implantado medidas temporales que no han resuelto los grandes desafíos del sector.
En este sentido, apuntó que el proceso de reorganización permitirá dirigir el ahorro que se espera obtener hacia inversiones más estratégicas, tanto en la infraestructura escolar como en los programas académicos.
Maestros mantendrán en sus cargos
La presidenta de esta entidad, Aida Díaz, aseguró que no prevé que el cierre de un centenar de escuelas vaya a suponer el despido de docentes y que responde, en parte, a las transformaciones demográficas experimentadas por la sociedad y a lo deterioradas que se encuentran algunas instalaciones.
Para determinar qué centros se cerrarán, el proceso de reorganización de las escuelas públicas tomará en consideración la tendencia en la reducción de matrícula, la condición de las infraestructuras y la cercanía de otras escuelas, entre otros.
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