El presidente saliente de los Estados Unidos (EE.UU.), Barack Obama, defendió su decisión de eliminar la política de “pies secos, pies mojados”, que ofrecía condiciones especiales a los cubanos, aunque llegaran de forma ilegal.
Durante la última rueda de prensa de su mandato, que culmina el próximo 20 de enero, Obama afirmó que esta política migratoria trataba a los cubanos de forma "completamente diferente" a otros inmigrantes procedentes de países como El Salvador o Guatemala.
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El presidente saliente de EE.UU. aclaró que esta medida era un remanente de la vieja política aplicada a Cuba y que no tenía sentido dentro del proceso de normalización de las relaciones entre ambos países.
La política "pies secos,pies mojados", estuvo en vigor desde 1995 y permitía a los cubanos obtener la residencia permanente un año después de llegar a Estados Unidos, aún si lo hicieron de forma ilegal.
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El nombre de la medida se debe a que Estados Unidos devuelve a Cuba a los cubanos que intercepta en el mar ("pies mojados"), pero admite y les entrega la residencia a los que logran tocar tierra ("pies secos").