El presidente de Irán, Hassan Rohani, aseguró este sábado que la defensa de su país es disuasiva y no va dirigida contra ningún país, sin embargo, destacó que no pedirá permiso para fabricar misiles.
Durante la presentación de nuevos artefactos fabricados por el Ministerio de defensa, Rohani manifestó que "si Irán es víctima de una agresión no pedirá permiso a nadie para fabricar misiles o aviones de combate".
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El mandatario ha reiterado que aunque no pretende realizar acciones militares contra otras naciones pero están en alerta ante las amenazas, la inseguridad y los enfrentamientos en Medio Oriente producto de las injerencias de las potencias mundiales y del régimen de Israel.
Ante esto, cataloga de importante mantener un equilibrio estratégico, debido que el camino hacia la paz no es unilateral.
Teherán ha tenido grandes avances en su industria defensiva, la cual ha aumentado un 45 por ciento. Uno de sus últimos sistemas ha sido un antimisil ruso S-300, el cual considera un honor recibirlo.
Sin embargo, no consideran estas armas como una amenaza para la región, sino una estrategia para mantener su propia soberanía e integridad territorial.
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