A pesar de haber perdido el referéndum de secesión de 2014, el Partido Nacioanalista Escocés (SNP por sus siglas en inglés), no ha dejado de captar militantes y ha vuelto a estudiar la posibilidad de realizar una consulta popular.
En la ciudad de Aberdeen, en el nordeste de Escocia, se lleva a cabo desde hoy y durante tres días el congreso del SNP, que los líderes usarán como plataforma para las elecciones al Parlamento escocés del próximo mayo.
La jefa de gobierno de Escocia, Nicolas Sturgeon, pidió a los que rechazaron la escisión que apoyen a su formación nacionalista en los comicios de 2016 al legislativo regional.
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El SNP ambiciona alcanzar nuevamente la mayoría absoluta para llamar a una nueva consulta popular sobre su separación definitiva del Reino Unido y convertirse en un Estado independiente.
En la actualidad el SNP es la tercera fuerza dentro del Parlamento británico, al haber logrado 56 de los 59 escaños correspondientes a esa región del norte en las elecciones legislativas de mayo último.
El congreso del partido en Aberdeen contará con la asistencia de 3.500 delegados. Sturgeon destacó que la agrupación política ha pasado de 25 mil a más de 100 mil militantes, lo que convertirá a la próxima reunión en la más grande en 81 años de historia de esa fuerza política.
La gobernante consideró que el apoyo a favor de la causa independentista aumentará en los próximos años debido a la política de recortes impuesta por el gobierno conservador del primer ministro David Cameron.
Según la líder escocesa, su partido actuará como una fuerza de oposición "unida y progresista" frente a los conservadores de Cameron en el Parlamento británico.
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El primer ministro pretende celebrar en 2017 una consulta sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. Si el resto del país vota diferente a Escocia, una región mucho más eurófila, sería "difícil detener" otro referéndum de independencia, admitió Sturgeon.