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El presidente de Paraguay, Horacio Cartes, promulgó este miércoles una ley que restituye unas 14 mil 404 hectáreas de tierra a la comunidad indígena Sawhoyamaxa, despojados de las mismas por 23 años.
"Hemos recuperado nuestra madre, que es la tierra, porque sin tierra nadie puede vivir, ni tener libertad, ni caminar, ni tener felicidad", dijo a la agencia Efe Leonardo González, vicelíder de la comunidad.
Luego de agotar todas las instancias jurídicas a nivel nacional e internacional y respaldados por una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), los Sawhoyamaxa celebraron una victoria que consideraron histórica tras 23 años de lucha.
En aquel momento, la sentencia emitida en el 2006 determinó que el empresario ganadero alemán Heribert Roedel ocupó de forma irregular parte del territorio ancestral de los Sawhoyamaxa, pertenecientes a la etnia Enxet, situado en la región del Chaco, a unos 270 kilómetros al noroeste de Asunción.
El presidente del Instituto Nacional del Indígena (INDI), Jorge Servín, fue el encargado de entregar a la comunidad la copia de la ley firmada. Sin embargo, el título de las tierras será formalizado una vez el Estado indenmize a Roedel con 34 millones de guaraníes (casi 8 millones de dólares)
También, se espera la creación por parte del Estado paraguayo de un fondo de desarrollo comunitario, tal como estabalece el fallo de la CIDH. "No es solo restituir las tierras, el Estado tiene responsabilidad de proveer educación, asistencia sanitaria, ayuda a la tercera edad, el Estado está para eso", afirmó Servín.
A principios de mayo, la Cámara de Diputados avaló por unanimidad la expropiación de 14 mil 404 hectáreas de terreno para los asentamientos de la comunidad indígena Sawhoyamaxa. Luego de la ratificación en la Cámara baja, la propuesta legislativa se envió al presidente de Paraguay, Horacio Cartes, para su promulgación, hecho consumado este miércoles.
La comunidad Sawhoyamaxa la componen 150 familias asentadas en la vera de la ruta Rafael Franco, desde hace más de 20 años. Fueron expulsados de sus tierras ganaderos extranjeros que se apoderaron del lugar en complicidad con el poder político de Paraguay.
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